Oración del 15 de Febrero de 2009

Además, tenemos que pensar esto, la mayoría de las enfermedades que tenemos en nuestro cuerpo normalmente nacen en nuestra mente, ¿de qué nacen?, las injusticias que pasamos, los dolores que sufrimos, las cosas que no fueron bien, lo que pensamos de una forma y salió de otra y a veces por supuesto hay en eso un poco de orgullo y capricho y: yo quisiera que esto vaya por acá, y la vida tiene sus reglas del juego, uno nace en un hogar que tiene tales características, en un tiempo, el tiempo que estamos viviendo o el tiempo que vivieron cuando nacieron, en un lugar determinado, con una cultura, una forma de pensar, una forma de vivir, que todo va dejando las huellas en uno y huellas muy profundas ¿verdad?.
Oración del 15 de Febrero de 2009
Habla Artemio:

Como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Bueno, tomamos el librito del cancionero, buscamos en la página, la número 5, entonces decimos: sonríe que Jesús te ama…. 7: canto, canto, canto, porque me llena de gozo…. Bueno, pasamos la número 10, nuestra vida es el barco que navega por el mar de la vida y Jesús es el capitán, es como un reconocimiento al Señor de que Él maneja nuestra vida o por lo menos debería manejar nuestra vida, si nosotros lo dejamos, por eso decimos con 10: yo tengo un barco que navega por el mar….

Pensemos un momento nuestra vida, con todos sus problemas, con todas las
enfermedades, con los sinsabores, las injusticias que recibimos, todas las cosas que no tuvimos, la felicidad que pasó de largo, la vida que nos es dura, difícil, el trabajo tan complejo porque no lo tomamos como una bendición sino como que se yo, como un castigo casi y sin embargo si supiéramos valorar todas las cosas, si supiéramos valorar veríamos que nuestro trabajo se convierte en una fiesta, en una fiesta. Por eso pensemos, soy un barco, mi vida es un barco, tengo muchas ganas que el Jesús de la Misericordia la guíe por el mundo, no sé adónde ni de qué forma ni con qué, ni cómo, no sé, no sé, pero necesito que el Señor la guíe, pensemos en eso. Cada uno tenemos que asumir nuestra propia realidad, no olvidemos nunca que en la vida nos va de una manera ¿verdad?, es posible que, bueno, todo a lo mejor fue relativamente bueno, bueno, a veces muy bueno pero hemos pensado en lo difícil que es tener un miembro de la familia enfermo, yo pienso que a pesar de la enfermedad ¿qué beneficio puede darnos el estado de estar enfermo?, hacer de nosotros resentidos o seres que se acomodan de acuerdo a las circunstancias que la enfermedad a veces impone, hasta salir de ese estado, porque hay algo que es simple pero que no lo hacemos ¿eh?, para nosotros el sufrimiento nos vuelve locos, no queremos sufrir y a veces uno oye a gente que dice: y sí, para que siga sufriendo así más vale que se muera, varias veces o vienen a pedirte: ayúdelo a morir porque está sufriendo mucho, es no conocer el valor del sufrimiento, el sufrimiento siempre purifica, el sufrimiento siempre es un llamado de atención en la vida como para valorar los momentos en los cuales no sufrimos, después de un fuerte dolor de muelas por ejemplo viene el reposo de haber pasado, entonces uno valora: mirá que bien que estoy ahora ¿no?, digo dolor de muela como cualquier cosa.

Además, tenemos que pensar esto, la mayoría de las enfermedades que tenemos en nuestro cuerpo normalmente nacen en nuestra mente, ¿de qué nacen?, las injusticias que pasamos, los dolores que sufrimos, las cosas que no fueron bien, lo que pensamos de una forma y salió de otra y a veces por supuesto hay en eso un poco de orgullo y capricho y: yo quisiera que esto vaya por acá, y la vida tiene sus reglas del juego, uno nace en un hogar que tiene tales características, en un tiempo, el tiempo que estamos viviendo o el tiempo que vivieron cuando nacieron, en un lugar determinado, con una cultura, una forma de pensar, una forma de vivir, que todo va dejando las huellas en uno y huellas muy profundas ¿verdad?.

Por eso hay montones de cosas que no se pueden cambiar, tenemos que adaptarnos a esas cosas, bueno, uno dice: si mi papá fue esto o lo otro, mi mamá, pero eso fue, ahora yo ¿cómo vivo?, ¿cómo enfrento la vida?, ¿qué hago?, ¿qué no hago?, ¿qué perspectiva tengo?, ¿qué cosas pueden andar bien para todo lo mío?, ¿cómo puedo sacar ventajas de esto que me está pasando?, o bien, antes de revelarse porque las cosas no fueron como nosotros queríamos, pensar: vos Señor no me hacés daño porque vos ni castigás ni ponés pruebas, no, entonces ¿qué me estás queriendo decir con esto que me pasa?, dicho de otra forma: ¿cómo aprovechás Señor esto que me pasa?, ¿cómo lo aprovechás vos para sacar una ventaja de esto que me está ocurriendo?, lo contrario de esto es la desesperanza, lo contrario de esto es la derrota, por ejemplo: nace un hijo dawn, ¿tendré que llorar eternamente por eso?, pero ¿qué ocurre mis queridos?, el hijo dawn ¿no es también fruto del amor?, o con cualquier otro tipo de defectos.

Ahora bien, no sea cosa que a veces la vida nos ponga ante situaciones difíciles ¿verdad? para directamente, situaciones difíciles para que esas cosas nos hagan aprender, tantas cosas. Por ejemplo, hay que partir de una base, si yo tengo padres separados por ejemplo ¿verdad?, que hay una gran mayoría de gente con padres separados, entonces como niño o más grande la idea de pareja en mí está rota entonces yo tendré que remediar esa rotura de la idea mía de pareja porque sino me va a pasar igual. Es decir, tengo que buscarle la vuelta a las cosas, en mi mente la idea de pareja está rota, entonces ¿qué hago yo para remediar esa idea? ¿verdad?.

Esto atendiendo a lo que dije, la vida nos va de una manera, tuve un padre golpeador, bueno, yo sé que si tuve un padre golpeador yo voy a ser golpeador porque eso se hereda, está en los genes ya, es decir en la herencia ¿no?, entonces tendré que ver qué medios hay para sanar esa situación ¿verdad?. Además, piensen, el 98 por cinto de los dolores de huesos que ustedes tienen, que todos tenemos, normalmente tienen origen en nuestra mente, está comprobado ¿verdad?, que uno somatiza, es decir manda al cuerpo todo aquello que le está pasando ¿eh?, por ejemplo puede incluso un problema llevarme a una parálisis, a la inmovilidad.

Estos chicos que van y que vienen los padres que hacen que no los tienen quietos ¿eh?, distraen che, bueno, delante del Señor hay que tener un poco de atención, cuiden los chicos porque sino el día de mañana van a tener problemas ¿eh?, y van a terminar en un geriátrico, no los cuiden, van a terminar en un geriátrico porque no los van a querer ni para nada ¿eh?, hay que educar a los chicos ¿eh?, y si tiene un día de vida y no lo educaste ya perdiste un día, bueno.

Entonces, en la vida nos va de una manera, no es fácil vivir, no sabemos qué nos puede aparecer ¿eh?, tal vez quedarnos en una silla para siempre, tal vez que algún hijo nuestro no sea completo, como decimos a veces: no le sube toda el agua al tanque ¿no?, bueno, ¿cómo vamos afrontando todo eso, negando el problema como hacen muchos?, no, asumiendo el problema, a ver qué puedo hacer con este hijo mío y además ¿verdad?, si ya tuve un hijo, dos con el mismo problema, bueno tendré que ver qué hablo con el Señor o qué le pido al Señor para que termine con este problema hereditario que hace que mis hijos nazcan de esta forma ¿verdad?.

Es decir, tenemos que razonar mucho pero con el corazón ¿no?, y ver por dónde podemos hacer que nuestra vida germine, funcione, siempre nos va de una manera, de eso no hay ninguna duda pero cómo lo asumimos y si nosotros observamos los directores espirituales que hemos tenido o que tiene la gente se ocupan tan poco de nuestra vida, no es que no les interese, tal vez tengan poco tiempo viste, bueno, que va a ser, pero la cuestión es que quien debería ayudar a los seres humanos a llevar sus dolores y sus problemas se desentienden, no sé si es falta de vocación, no sé si es deseo de otras cosas, no sé si es por vagancia, no sé si es por falta de tiempo pero la cuestión es que nadie nos pone la oreja para escuchar nuestros problemas, ¿o no? ¿verdad?, nadie nos pone la oreja, que es todo lo contrario a lo que normalmente se declama. Si yo digo: soy de un club de fútbol, pues bien tengo que responder a las características de ese club, si yo soy de un, no sé cualquier organización que pertenezca tendré que ver cuáles son los estatutos para poder dirigirme, si yo soy cristiano tendré que conocer cómo vive un cristiano ¿verdad?, porque no se ama aquello que no se conoce, entonces tendré que conocer a aquél que me dio la vida, sopló en mí la eternidad, me llamó por mi nombre ya en la panza de mamá.

Es asombroso cómo la gente cree que no sé, a los cinco, seis meses aparece la vida en la criatura, mis queridos, no te higienizaste después del acto íntimo y ya la criatura está viviendo en tu cuerpo, mamá ¿eh? y si hay una pérdida, esa es la pérdida de una persona ¿eh?, que haya legislaciones que aceptan esto o no, eso es un problemas aparte, el problema es cómo está tu conciencia delante de esto, si te gusta y te es tan fácil destruir una vida ¿no es cierto? bueno.

En el Evangelio de ayer decía que el Señor al verlos a todos esos hombres que los seguían, porque Jesús quiso descansar un poco y vio que toda la gente lo seguía y sintió compasión de ellos y se puso a enseñarles largamente, es decir, más allá de lo que nos puede hacer bien o podemos aprovechar está la necesidad de los demás, claro, hay que buscar un equilibrio ¿no?, uso, no abuso de las cosas pero ¿verdad?, cómo atendemos a los demás y a nosotros mismos, y Él se puso a enseñarles largamente, dice: porque los vio como ovejas sin pastor, eso es algo que cala muy hondo dentro de mí, ¿qué quiere decir como ovejas sin pastor?, es decir, cuando no hay guía de ninguna naturaleza, eso es una oveja sin pastor, que no tiene guía y va para cualquier lado.

Por eso, el Cristianismo es una religión, también es una filosofía, también es un sistema de vida, es una forma de vivir, es una forma de hablar, de comportarse, de hacer todo. No podemos ser cristianos un día entre siete y el resto vivir de cualquier forma, no, tendremos que tener claridad en nuestra mente para darnos cuenta que no nos basta ya todo el sufrimiento que tuvimos, las cosas que pasamos, el no acertar con nada, es lo que llama la gente: no tener suerte, yo pregunto: nos hemos, allá en lo profundo de nosotros, preguntado seriamente ¿qué es lo que pasa en mí?, ¿qué es esto de no tener suerte?, que yo sepa el hombre tiene inteligencia y es capaz de adaptarse a todas las situaciones nuevas que se presentan ¿verdad?, entonces eso de la suerte es una cosa pesimista, es algo, creer en el fracaso de antemano, y yo no hago esto porque a mí no me sale, yo esto otro ni lo comienzo siquiera porque sé que a mí no me va bien, no mis queridos, eso es una forma negativa de vivir, o bien: mi papá hizo esto, yo lo hago igual, pero tu papá vivió en un tiempo, en un espacio, en otro lugar, con otra cultura, en otra época y ahora vos vivís en este momento ¿eh?, qué pasa en este momento ¿eh?.

Todas estas cosas deberían llamarnos a reflexión no un día en nuestra vida sino siempre, pero Jesús es, para quien no lo sabe, el 10 de Marzo hace 14 años que aquí viene todos los días, todos, con su Mamá, la Virgen ¿eh?, y quien pasa por aquí temprano puede ver a la Madre en el jardín, aunque no sea ni creyente siquiera como a muchos les pasó, pero la Madre como se pasea entre las plantas, entre esas plantas que son tan hermosas y que a veces nos llevamos el gajito ¿no?, imagínense si todos nos llevamos gajitos no dejamos nada, bueno, ese es otro problema.

Pero entonces, ¿qué te está diciendo esa Madre que hizo de este lugar su Casa?, lo mismo el Señor de la Misericordia que hizo de este lugar su Casa, ¿qué me está diciendo a mi vida?, ¿qué, qué es lo que me están diciendo?, ¿qué me está diciendo esa agente que se viene de Chile?, como pasó la semana pasada, doce personas, vienen a quedarse acá para respirar este aire, para pisar este suelo, para mirar todas las cosas, el que podía, si todos podían sacar fotos para recordar siempre ¿verdad?, toda esa gente por algo hace eso y yo a veces lo tengo a pocos kilómetros y no lo aprovecho, ¿qué nos está pasando mis queridos?, ¿qué nos está pasando?, ¿tenemos realmente sed de Dios y de su Mamá o directamente nosotros creemos que podemos autoabastecernos?, es decir, bastarnos a nosotros mismos, y claro, cuando uno es joven, tiene pocos años, hay mucha fuerza, hay muchas hormonas corriendo por la sangre entonces soy fuerte, lo puedo todo, incluso puedo hasta alardear con mi fuerza porque yo puedo pero pensá, los años pasan y toda tu virilidad y todas tus hormonas van decayendo y entonces cuál es nuestro futuro, habría que preguntarles aquellos hijos con los padres en los geriátrico muriéndose lentamente, la muerte en cuotas como yo digo, hay algunos que son muy buenos, yo no discuto. Habría que preguntarles a esas personas cuánto tiempo vas a tener toda esa virilidad dentro de tu cuerpo que te hace pasar las puertas sin abrirlas y chocar las paredes para tumbarlas ¿eh?, cuánto tiempo te va a durar toda esa fuerza, por qué no pensar: la verdadera fuerza tiene que dármela aquél que todo lo creó y la verdadera fuerza no está en mis músculos ni en mis hormonas ni en lo que corre por mi sangre, la fuerza está en el amor que yo puedo sentir por todos y por mí mismo. Si ni nos queremos a nosotros mismos, nos sentamos delante de un plato de milanesas y comemos hasta hartarnos y después estamos mal, tomamos hepatalgina para que nos pase, para darle gusto a la boca y nos destruimos el cuerpo. Cuando uno es joven pasa más fácil pero cuando pasa el tiempo ya no, o bien uno toma con exceso, hace montones de cosas con exceso entonces el cuerpo por ahí dice basta.

Necesitamos mis queridos alguien que nos guíe, alguien que llamándolo con toda nuestra humildad, con toda nuestra humildad ¿eh? venga a ver qué necesidades tenemos para construir una vida que valga la pena ¿mmm?, una vida que a medida que uno la va viviendo siente el sabor de las cosas bien hechas, no de la virtud, porque como dicen: virtud que se paladea ya no es virtud ¿no?, pero sin sentir esa satisfacción por la noche cuando uno hunde la cabeza en la almohada de decir: mi vida no es cualquier cosa, mi vida es servicio, mi vida es mirar el prójimo, pero no solamente el prójimo que tengo, mi esposa, mis hijos, mi esposo, mis hijos, mis parientes sino los que están más lejos, de eso nos va a hablar el Evangelio de hoy, por eso hice esta introducción ¿no?, bien.

Entonces preparémonos para recibir la palabra del Señor, preparémonos, nos va a dar hoy un mensaje tremendo Jesús ¿eh? la sanación de un leproso, ya vamos a ver el Evangelio ¿eh?, sabemos que lo único que puede sanarnos es la palabra del Señor, no hay otra cosa, las bendiciones que uno les da bueno, son un ritual ¿no es cierto?, mal no está ¿verdad? y depende con el amor que se da el efecto que puede tener pero convénzanse de esto, lo que sana es la palabra del Señor, Mi palabra tiene vida eterna, Mi palabra dice Jesús da la vida en abundancia, entonces tenemos que descubrir ese tesoro oculto que tiene nuestro Señor y como no podemos hacerlo así a solas, pidamos la ayuda del Espíritu Santo que es Dios también para que llegue hasta nosotros, para que llegue y nos haga ver con claridad por dónde tenemos que caminar, qué hacer, qué no hacer. Por eso empezamos la mañana diciéndole como la Madre le dice al Arcángel Gabriel: “he aquí la sierva del Señor, hágase en Mí según tu palabra” ¿mmm?, he aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra, entonces todas las acciones del día van a ser una forma de ver qué es lo que está esperando el Señor de mí, qué me da, qué no me da, qué me hace hacer, qué no me hace hacer, todo, todo, todo me va diciendo, me va hablando, me va indicando, me va proponiendo todo, todo, todo.

Entonces pedimos el Espíritu Santo con toda nuestra fuerza y nuestro fervor, diciendo así simplemente: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Bueno, domingo 15 de Febrero, vamos a pensar, primero leer y luego pensar el Evangelio de este día y recordando antes que hoy es San Claudio, las lecturas bíblicas de este día son Levíticos, Salmo, en la primera Carta a los Corintios y el Evangelio es el de Marcos, capítulo 1, 40 a 45. Perdonen, yo tomo agua, ustedes no tienen para tomar, disculpen ¿eh?. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Dice: “se le acercó un leproso, que se arrodilló ante Él y le suplicó: si quieres puedes limpiarme. Sintiendo compasión, con junto, pasión sentir, es decir sintió junto al leproso, Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: quiero, queda limpio. Al instante se le quitó la lepra y quedó sano. Entonces Jesús lo despidió, pero le ordenó enérgicamente: no cuentes esto a nadie, pero vete y preséntate al sacerdote y haz tu purificación la ofrenda que ordena la ley de Moisés, pues tú tienes que hacer tu declaración, es decir dar tu testimonio ¿no?. Pero el hombre, en cuanto se fue, empezó a hablar y a divulgar lo ocurrido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en el pueblo; tenía que andar por las afueras, en lugares solitarios. Pero la gente venía a Él de todas partes”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

La lepra era considerada en la antigüedad, bueno y hasta no hace muchos años, era considerada como una especie de maldición ¿verdad?, y entonces a los leprosos se los llamaba también impuros y se suponía, se suponía mal por supuesto, que venía como una consecuencia de una vida mala, vivido muy mal ¿no?. Entonces, un mal que en aquél entonces suponía todos los rechazos, tanto es así que había un lugar cerca de cada pueblo, no ciudad donde almacenaban a todos los leprosos, iban allí a morir, bueno. Entonces se acerca este leproso al Señor y le dice: si vos querés podés sanarme y el Señor dice: quiero que te sanes ¿eh?, ¿ven esa relación?, si vos querés podés ¿eh?, quiero dice el Señor. Dentro de esa expresión hay tanta fuerza, si vos querés podés, es decir es una declaración de fe muy grande, tanto que el Señor lo sana y le dice que no lo divulgue pero él no puede guardarse toda esa belleza de sentirse limpio y empieza a declamarlo por todos lados, es algo lógico cuando uno tiene algo muy lindo lo empieza a gritar porque uno quiere que los demás se enteren de lo hermoso que tiene ¿no?, bueno.

Dice: acercate al sacerdote, hacé el testimonio, presentá su ofrenda como decía la ley de Moisés, porque Jesús era muy cuidadoso en hacer que todo se viera que estaba dentro de la ley mosaico porque sino aprovechaban para desprenderse de Él lo antes posible, entonces siempre tenía cuidado, hacé lo que la ley de Moisés dice ¿verdad?.

Ahora, que representa, qué significa, cómo tomamos esto de la parábola del leproso, no es solamente la lepra como enfermedad, claro que sí, la lepra como enfermedad es una cosa tremenda, pero hay otros tipos de lepra, hay lepras muy simpáticas, ser falso, decirle cosas buenas a la gente falsamente ¿eh?, es decir dorarle la píldora a los demás, es una forma muy sutil de hacer las cosas mal pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que eso es lepra, que está mal, que no está bien.

Entonces, no es solamente la lepra como enfermedad, así una enfermedad de la piel sino todo un problema de la suciedad de nuestro corazón en tantas cosas ¿eh?, porque yo digo siempre con el Martín Fierro ¿no?, que nunca uno sabe en qué lugar se oculta su peor enemigo, y es cierto, es cierto, por eso, el hombre tiene capacidad para hacer tantas cosas buenas como malas, como decía allá en el siglo IV San Agustín: tengo tantas cosas dentro de mí que ni las conozco siquiera, buenas y malas ¿mmm?, y depende de la educación y depende de muchas cosas para contener las cosas malas y solamente manifestar las buenas pero el corazón del hombre tiene todo adentro ¿eh?, todas las posibilidades, no nos llamemos a engaño, todas las posibilidades, podemos ser santos o podemos ser crapulines o crápulas ¿eh?, cuidado, cuidado, es cuestión de que nos estimulen a veces nada más y sale de adentro de nosotros lo peor ¿mmm?, ¿y qué es lo peor?, lo peor es para cada situación algo diferente ¿no?.

Ahora, además este Evangelio se prolonga en la Biblia más ¿no es cierto?, cuando hace ver que Jesús besa al leproso, besar al leproso es una cosa muy seria ¿por qué?, por el contagio, era algo que se suponía asqueroso, porque nunca han visto a un leproso, que tiene todas las llagas que están despidiendo linfa, sangre, pus, de todo ¿verdad? y besar eso no es tan simple ¿eh?.

Ahora, cuando uno dice por ejemplo que es fácil amar a los de su familia pero no tanto a aquellos que no son de la familia, incluso aquellos que menos compasión nos inspiran, es decir, gente que parecería que anda en las peores cosas ¿no es cierto?, pero está siempre aquél planteo de separar la persona de sus defectos.
La persona siempre es creación del Señor y es buena, lo que pasa que tiene
algunos defectos a veces, a la persona nunca podemos dejar de amarla pero no por eso amamos su defecto, pero ¿qué pasa?, entonces ahí viene el planteo, cómo distinguir esto de lo otro, a la gente hay que amarla como es y si tenemos una conducta en la vida y uno ama a alguien como es, aunque sea un malandrín o lo que sea ¿eh?, se distingue muy bien una cosa de la otra, estoy amando a la persona que hay en él, no al defecto que tienen, entonces todo cambia porque si yo hago distinciones estoy diciéndole al Señor: vos no has muerto por todos en la cruz, por algunos sí y por otros no, y Él murió por todos ¿eh?, el problema está en nosotros cómo tomamos las cosas ¿verdad?, ah, esa persona ni me la nombres, bueno, despacio, nombrámela pero no me gusta la forma de actuar y de proceder que tiene, bueno.

Entonces Jesús besa al leproso para hacerles ver a todos, Él porque lo sentía pero que los demás vieran también que hasta las personas ¿verdad? más, con aspecto más tremendo merecen nuestro amor y nuestra comprensión ¿verdad?, ahora ¿qué nos pasa a los seres humanos?, ¿qué nos pasa que tenemos una tendencia o vivimos de una manera que nos hace querer solamente a aquellos que nos quieren o aman y a los demás a un costado?, ¿por qué?, si todos decimos: Padrenuestro que estás en el Cielo, estamos diciéndole: Padre, quiere decir que todos los que estamos somos hermanos, ¿y cómo es la conducta con nuestros hermanos?, ¿quiero solamente a los que me aman,?, ¿amo a los que me aman o amo también a los demás?, entonces en ese planteo se resuelven los problemas de nuestra vida. Si una pareja por ejemplo que hubo un engaño, el marido o la mujer dijeran: yo cuando me enamoré de vos me enamoré de una persona que tenía tales características, esa persona sigue existiendo, esa persona que yo le decía: veo por tus ojos, respiro por tu nariz, hablo con tu boca, la persona sigue siendo la misma pero hay una estafa, fue infiel, entonces yo te sigo amando como antes porque veo por tus ojos, ta, ta, ta, pero esto no me gusta porque me has sido infiel y si quiero llegar más lejos digo: yo te perdono esto que hiciste porque sigo viendo en vos aquella persona de la que me enamoré un día ¿verdad?, cuántas cosas se solucionarían en las parejas si viéramos las cosas así.

Nosotros no distinguimos entre el error y la persona, la persona equivocada recibe nuestro castigo, la persona no tiene la culpa, está aquí, esa persona obró de una manera pero ¿por qué obró de esa manera?, ¿qué ambiente la rodeó?, ¿qué amigos tuvo?, primero ¿qué familia tuvo?, ¿qué padre, qué madre, qué hermanos?, ¿qué tuvo?, ¿qué sociedad la rodeó para que él proceda de esa forma?, por eso Jesús dice muy claramente, lo dice en el Evangelio de San Juan… (se dio vuelta la cinta)…., bueno porque seríamos rápidos en perdonar, porque yo te sigo amando a vos, te quiero como sos, no como yo quisiere que fueses ¿eh?, entonces si vos ves que yo te amo como vos sos pensá, no hace falta que se lo diga, pero es así ¿no?, que cuando uno se siente amado por alguien trata de ser digno de ese amor, caramba, a pesar de lo que te hice me seguís amando, no te lo voy a hacer más, pero ¿qué pasa?, corregimos lo malo con todo lo peor, castigamos nosotros a las personas, las castigamos y las castigamos y a lo largo de los años y del tiempo las seguimos castigando, porque una vez obró mal, y si hubiéramos sido nosotros los que obramos mal, ¿quién tiene la verdad?, ¿quién puede decir: yo estoy totalmente incontaminado que nunca voy a caer en nada?, que sé, yo qué se.

Entonces, por qué somos tan duros con los que equivocan, valga esto para las parejas, valga para los amigos, valga para con todas las personas, o los socios en una empresa, ¿qué hacemos con un socio que no funciona?, le ponemos un abogado y le hacemos un pleito, por qué no lo llamamos a dialogar y le decimos: mirá, esto no está bien ¿eh?, si vos cambiás todo sigue igual, ahora si vos querés mantener tu situación partamos lo que es de cada uno, vos andas por un camino y yo por otro, pero no, enseguida el abogado para que haga un juicio ¿eh?, ¿o no es sí? ¿verdad?.

Bueno, ahora, este beso de Jesús al leproso tiene que llamarnos seriamente a reflexión, ¿cómo, el Hijo de Dios y Dios mismo no tiene ningún problema en besar a una persona que es todo podredumbre y nosotros no somos capaces de perdonar una simple ofensa o un saludo mal hecho o una palabra que se nos escapó sin querer? ¿eh?, ¿no somos capaces de perdonar nosotros?, nos pasa como con el sufrimiento, siempre nos gustaría que el otro, al otro le pasara, que el otro sufra, que el otro perdone, que el otro, ¿y nosotros qué?, ¿nosotros qué?, ¿adónde queremos ir?.

Les hago esta reflexión, que no es totalmente mía sino de un filósofo de Australia ¿no?, que dice así, lo leí en el Clarín de hoy, que toda esta crisis a nivel mundial que estamos viendo, que no es tanto al fin y al cabo porque es provocado ¿no?, dice: es una gran oportunidad para cambiar las formas de organizar la sociedad, hacer una forma de capitalismo, se llama así porque un nombre hay que darle ¿no es cierto?, humano con los valores para sanear todos los chanchullos que hace la gente, lo que llamaríamos comúnmente: trabajo en negro o fuera de ley ¿no es cierto?, y entonces yo a todo esto pensaba, las palabras del Señor en el año 95, es cuando Él empieza aquí, Jesús y su Mamá a dar los Mensajes, Jesús dice en aquél entonces, hace 14 años, 14 digo bien, sí, dijo: Yo les aviso que el comienzo del Tercer Milenio todo va a ser hecho de nuevo, todo, pensaba eso que leía y pensaba en las palabras del Señor: todo va a ser hecho de nuevo y todo aquello que para el mundo le parece crisis, tal vez, es casi seguro, que sea una forma que tiene el Señor de aprovechar las debilidades humanas para cambiar el orden que hay sobre la Tierra ¿eh? ¿verdad?, para cambiar el orden que hay sobre la Tierra, sí señor. Así que, cuando uno escucha por ahí tantas cosas, tantos comentarios, gente que toca de oído, gente que no quiere a nadie ¿no?, la prensa amarilla, etc., ¿no?, entonces uno ve que no tienen razón y que en el fondo el Señor es un pagador de promesas porque Él dice que nunca deja nada sin cumplir, Él prometió: todo será hecho nuevo en la Tierra y en el Cielo ¿eh?, por supuesto al ser hecho nuevo en la Tierra será también en el Cielo.

Y aquellos que fueron siguiendo los Mensajes del Señor y de su Madre aquí a lo largo de los 14 años puede encontrar con lujo de detalles todo lo que fue pasando en el mundo diez años después o mucho más, todas estas crisis y estas cosas ya la conversábamos en el año 97, 98, y cuando uno lo decía en voz alta, decía: loquito o lo que sea ¿no?, claro, en aquél momento qué realidad se veía, otra, pensemos en un país como Bolivia por ejemplo, ¿quiénes la gobernaban?, aquellos para quienes solamente querían que el sol saliera para ellos, un grupito ¿eh?, pero Bolivia al poco tiempo pasa a tener a un indio fruto de la tierra como presidente, y la Madre dijo por lo bajo, no está en ninguna Revelación, dijo: hoy es un día de Gloria para América, lo mismo dijo con el gobierno de los Estados Unidos. Cuando vemos por ejemplo que después de 80 años de tiranía en el Paraguay asume un hombre que va a ser maravillas con el Paraguay, 80 años, ustedes dirán: ¿se hicieron movimientos sociales?, ¿se hizo guerrilla o se hizo disparo de armas o lo que sea?, no, espontáneamente el Señor fue preparando todo ¿eh?, ¿quién lo iba a pensar?, que en el Paraguay después de 80 años de gobernar un partido ilegalmente ¿no es cierto?, que pudiéramos tener el presidente que tenemos, lo mismo en Bolivia, un hijo de la tierra, cómo les duele a aquellos. Ustedes dirán: ¿y por qué está de parte de esto?, y por una razón muy simple, porque el Señor vino por ellos, por los que menos tienen, menos pueden, menos todo. Una de las primeras cosas que hizo Evo Morales ¿qué fue?, ustedes saben que nosotros, el plasma que usamos en los sanatorios, en todos los hospitales, todo ese plasma se obtenía de sangre que se le sacaba a los indios de Bolivia, aviones que venían de Suiza, de otros lados ¿verdad?, por cuatro cositas le sacaban sangre a los indios para hacer el plasma que nos salvaba la vida a nosotros, una de las primeras cosas que hizo Evo Morales, dijo: basta chicos, se terminó, la sangre de mis hermanos que no sea para dar vida a todos los demás, basta, punto, como algo simbólico, la sangre es el símbolo de la vida y él dijo: basta, esta sangre de mis hermanos no es para salvar a las otras personas, no, basta. Entonces, ustedes se acordaran el año pasado o un poco más atrás era difícil conseguir plasma, escaseaba, ¿por qué?, porque Evo Morales dijo: basta, sangre de mis hermanos no, para salvar la vida de los otros, ¿qué tienen los blancos superiores a nosotros que vienen a quitarnos la sangre?, la sangre es el símbolo de la vida ¿eh?.

Bueno, les di un pequeñísimo ejemplo para que vean como proceden aquellos que están de parte de los que menos tienen, menos pueden, menos todo, por eso el Señor vino a la tierra.

Y en el Evangelio de hoy el Señor lo demuestra, ¿hay otro en la historia de la humanidad, hay alguien, y mucho menos que sea Hijo de Dios, que haya besado a un leproso?, si alguno lo sabe me lo dice porque yo creo que he estudiado bastante y no he llegado a encontrar en ningún lado, ¿por qué?, es una prueba así viviente de que hay una realidad mis queridos, el sol sale para cuando mucho el doce por ciento de la humanidad que tiene todo acaparado, el resto vive de las sobras de ese doce por ciento a nivel mundial; ustedes dirán: y a mí qué me importa todo eso, te tiene que importar, porque es la palabra de Dios que se empezó a cumplir, porque cuando el Señor viene acá, dice: vengo a sentar las bases del Tercer Milenio, muchachos basta, dijo: cinco siglos de dominación en América y lo están festejando con bombos y platillos, ¿qué van a festejar?, dice el Señor, lo que Mi Mamá y Yo es que paseamos en medio de las flores que nacen de la boca de los muertos que esperaron justicia que no les llegó de ninguna parte, una de las primeras Revelaciones, como queriendo decir: ¿qué festejan con cinco siglos de conquista?, ¿qué festejan?, la maldad y todas las cosas, de someter a las razas que estaban aquí y luego someter a los inmigrantes que de alguna forma vinieron a poblar estas pampas y no es tan así porque sí que haya elegido la pampa gringa la Madre por todas las injusticias que hubo aquí, porque es el centro de un montón de injusticias, es el centro de la república, el centro es Villa María ¿no es cierto?, a 90 km estamos nosotros, ella eligió el centro de la república Argentina para hacer oír su voz, que desde hace 14 años está por internet para todos los hombres del mundo.

Bueno, entonces el beso del leproso de hoy nos está dando las pautas una vez más cuánto el Señor ama a aquellos que están al margen de todo. Ayer vino una señora de Rosario, chiquitita la señora, trajo un hijo de 22 años con una psicosis, una enfermedad mental muy difícil ¿no?, y me dijo: haga algo por mí, ¿qué querida?, haga que pueda encontrar a mi hija, ¿qué hija perdiste?, sí, hace 18 años en un hospital de Rosario nacieron dos gemelas, pero una me la robaron al nacer, ellos creían que yo no me daba cuenta porque tenía anestesia, creyeron, pero yo vi cuando me sacaban la criatura y se la llevaban y me dejaban una nomás, me mostró la foto de la otra, haga algo dice porque ni con las madres de Plaza de Mayo, ni con la hermana Marta Peloni he podido lograrlo ¿no?, haga algo para que esto pueda darse, había dentro de ella todo el dolor del mundo de una madre al que le roban un hijo, ¿tenés hijos vos?, pensá si te lo roban cuando nacen, ¿qué harías?, ¿qué harías vos?, pensá, ponete en su lugar, nacen gemelas y una se la roban, la vendieron, que se yo, no sé, pero eso pasa todavía ahora, no en aquél entonces, en todos lados, bueno.

¿Y de quiénes estará parte el Señor?, y justamente de aquellos que están al margen de todo, me dice la mujer: y yo podría hace

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