Mensaje del 11 de Enero de 2006

¿Qué venimos a buscar a este lugar?, vinimos a buscar tantas cosas pero sobre todo ser felices che, y en las cosas que se hacen, en las sanaciones que se practican, en las palabras que se dicen, en los pensamientos que se tienen, en los gestos que se realizan, en los movimientos que uno tiene, en todo hay un solo objetivo, tender hacia el bien, hacia el bienestar de todos, hacia el calmar los dolores.

Mensaje del 11 de Enero de 2006

Habla Artemio:

Bueno, muy bien, muy bien, nos demoramos un ratito porque siempre empezamos a las 18 ¿no es cierto?, 18:00, 18:05, pero nos demoramos porque hablábamos una serie de cosas con ambos presidentes de la Fundación y sus esposas, que son Vicepresidente, es decir porque todo esto como todo Santuario tiene una finalidad, recibir a los peregrinos para sanarse de sus enfermedades ¿verdad?, pero más allá de eso hay todo un montón de proyectos a corto, mediano y largo plazo, que pueden durar cien o quinientos años, donde se ve que Jesús y su Mamá al acampar en este lugar hace casi once años en Marzo ¿verdad?, no pensó solamente, no pensó solamente en sanar las enfermedades de las personas, pensó también ¿verdad? en hacer todo lo necesario como para que no haya enfermos y el que lo está por cualquier eventualidad, por cualquier motivo, por cualquier circunstancia tenga la atención que corresponde porque ustedes saben muy bien que la mayoría de la gente no tiene, de los enfermos no tiene la atención que debería tener ¿mmm?, la mayoría de las veces cuando un enfermo ya no está en condiciones se lo manda a su casa, nosotros tenemos la suerte de vivir en lugares donde no hay tanta gente pero en las ciudades estar más de tres días en la cama de un Hospital es una suerte porque los médicos lo mandan a casa a uno porque hay que hacer lugar para otros ¿mmm?. Entonces, el Señor y su Mamá, la Virgen, están pensando no solo ¿no es cierto? en atender a todos los peregrinos que vienen de distintos lugares del país y del extranjero para sanarse de sus enfermedades sino que también se están programando montones de obras ¿verdad?, que no están muy lejos de hacerse, a veces depende de un sí de alguna persona influyente ¿no? pero que se van a hacer se van a hacer, por una razón muy simple, porque cuando Dios dice: vamos a hacer algo, lo hace, por más que haya cincuenta mil que se opongan ¿no?.

Bueno, pero quiero decir con esto que piensen ustedes, yo llego a este lugar en peregrinación para aliviar mis dolores, mitigar mis penas, sanarme de mis problemas, de mis enfermedades, etc., etc., etc., sí, está, está, todo eso está, pero hay mucho más allá de todo eso, hay todo un plan del Señor para vivir de otra manera. Cuando nosotros empezamos aquí hace tanto tiempo pero a grabar los Mensajes, que hace once años en Marzo ¿no?, el Señor prometió una serie de cosas y en aquél momento diez años atrás, once parecían cosas ridículas que jamás se podían dar, pero a medida que pasó el tiempo se fueron dando, dando, dando, una tras otra ¿verdad?. Por eso les decía que estábamos allá dentro hablando no de pavadas ni que se yo sino de, digamos pequeñas o grandes cosas que ya se van manifestando de un futuro precioso donde las personas más que venir a este lugar a buscar sanación para sus enfermedades, cicatrizar sus heridas o limpiar su alma o lo que sea ¿verdad?, hay todo un proyecto enorme de la Madre y del Señor para prevenir las enfermedades y cuando ya no es posible prevenirlas, cuando ya están ¿no es cierto?, que los enfermos o los que necesiten tengan la asistencia necesaria. Porque nosotros decimos vivir en una sociedad cristiana pero que de cristiana tiene poco y nada ¿verdad?, porque si ustedes piensan que muy cerquita de vuestra casa hay una viejita o un viejito solo ¿verdad? tal vez no tenga que comer, seguramente no puede comprar los remedios y que se yo, sin embargo pasa delante de esa casa la señora y el señor que van a los lugares de oración para hacer oración, mientras que la oración se explique y se justifica cuando yo atiendo a mis hermanos si están necesitados sino la oración es igual que palabras al viento ¿mmm?, como esas hojas del otoño que se amontonan para quemar ¿verdad?.

Entonces, cuando van por ahí y hablan cuenten ¿eh?, cuenten, cuenten que aquí hay un grupo de personas ¿verdad?, que todo el mundo puede sumarse a ellas, que unidos al Señor están preparando un futuro, que no solamente se está preocupado por el dolor de la uña encarnada o el problema de las hemorroides o del cáncer o de lo que sea sino que hay todo un proyecto del Señor para que el hombre viva de otra forma. A mi no me hace falta preguntarles, en la cara tienen marcado ustedes los signos, las cicatrices de los dolores que pasaron en la vida, ¿no creen que la vida debería ser un poco más llevadera?, ¿no creen que la infancia debería estar mejor atendida?, ¿no creen que los viejos no tendrían por qué secarse como una planta que no se riega en los geriátricos lejos de sus hijos y de su parentela, no creen?, salgan a la calle y empiezan a observar, todo es un desorden ¿o no? ¿verdad?.

Entonces, sí, hay una preocupación concreta, vos tenés que irte de acá con tu
enfermedad sanada porque el Señor así lo quiere, para algo acampó en este lugar, para quedarse ¿verdad? pero además y siendo tan importante como sanar un cáncer ¿verdad? está todo un proyecto de vida de una comunidad que tendrá que ser modelo para otras comunidades para que la vida sobre la Tierra sea un poco mejor que la que vivimos nosotros, sería cuestión de destapar como un corchito para que ustedes me largaran aquí todos los dramas que vivieron a lo largo de la vida y no me digan que no porque se les ve en la cara ¿mmm?. Entonces, por ahí siempre hay alguno que la pasa mejor que otro ¿no? pero son contados ¿eh?, muy contados son.

Por eso, esto en parte para explicar un poco la pequeña demora y también para decirles que hay necesidad que todo aquel que vea que el mundo tiene que estar mejor de lo que está ¿verdad? puede sumarse para que todo este proyecto, es decir lo que va a realizarse pueda concretarse y cada vez más pronto, más pronto, más pronto. Fijate que no es un problema de dinero ni de pedir, sino es un problema de afecto, de amor, lo demás sale solo, viene solo, viene por medios naturales, así como el río corre llevando agua, también corren las cosas que son materiales pero lo que falta a veces es el hielo que se derrita en la montaña para que baje en forma de río. El hielo ¿qué sería?, el corazón del hombre que se llene de amor ¿verdad? para que ese amor corra como corre el río entre los hombres.

Por eso, y cuando se habla de obras siempre la gente piensa: y sí, cuánto hay que gastar en esto o en lo otro, no, aquí el problema no es gastar, el problema es un problema de corazón duro o corazón blando, porque si vos amás a otra persona, cualquiera sea, vas a encontrar todos los medios necesarios para que esa persona esté bien, esté en paz y viva una vida llevadera ¿no?, no así llena de altibajos, de dolores, de incertidumbre, de no saber cómo vamos a amanecer mañana, que va a pasar la semana que viene y no hablo solamente de comer, hablo de cualquier cosa ¿mmm?, no sabemos si hay cosas injustas que nos esperan para la semana que viene ¿mmm?. Es decir, la vida no es solamente una enfermedad, a eso quiero llegar, sino es un montón de cosas ¿mmm?, para que haya una sociedad donde se pueda vivir realmente, bien.

Entonces, esto como una introducción ¿verdad? para, una introducción para hacer ver hasta que punto tanto Jesús como la Virgen están preocupados por montones de cosas, preocupados y ocupados por montones de cosas que tienen que ir haciéndose y lo más pronto posible porque los que sufren no tienen tiempo para esperar ¿mmm?, los que sufren quieren una solución para sus problemas ¿verdad?, pero eso no nos tiene que hacer olvidar otras cosas ¿verdad?, hay montones de enfermos, pensemos en enfermos mentales o enfermos de SIDA o de lepra o lo que sea ¿no? que los tienen en los Hospitales y en los Sanatorios, si hay plata para pagar, los tienen prácticamente por lástima, mientras que a un enfermo habría que atenderlo siempre por amor no por lástima, nadie le gusta que lo traten con lástima, bien.

Entonces, ante todo esto qué nos ofrece el Señor, qué es lo que Él está previendo o pensando que hacer, si nosotros queremos saberlo podemos mirar el Evangelio donde vamos a encontrar todo pero si ese Evangelio queremos que esté traducido a palabras más de nuestro tiempo miremos los Mensajes que hay por Internet o lo que sea, donde Jesús con palabras de este tiempo ¿verdad?, con palabras de este tiempo les dice a las personas por donde deben ir, qué deben hacer, cómo se debe gobernar, cómo se debe administrar, cómo se debe manejar una economía, cómo se debe construir una casa, cómo se debe hacer un barrio, qué plantas se deben plantar para que tengamos oxígeno, es decir, cuando Dios creó el mundo y todas las cosas que creó pensó en todo, en todo, no creó solamente, el hombre lo creó mucho tiempo después pero cuando creó las plantas, los animales, cuando dijo: “sepárese la luz de las tinieblas, que haya luz y que haya tinieblas por el otro lado”, etc., etc., el Señor iba mirando todo lo que hacía y veía que todo lo estaba haciendo bien, con orden ¿verdad?, ustedes miran el mundo y ven que todo es desorden.

Entonces, las primeras Revelaciones que hace Jesús en este lugar es tratar de poner a ese mundo en orden, ¿ya un orden total y definitivo como para terminar con todo?, no, porque siempre va a haber contreras, es decir, alguien que esté en contra y que va a..., a poner su piedrita en el camino o en el mocasín ¿no?.

Entonces, el Señor que aquí viene todos los días, mañana, tarde, noche y trasnoche y a veces tiene que irse sin poder atenderlo porque uno está atendiendo otras cosas pero las palabras uno las oye igual las palabras que Él dice, Él quiere que todos sean felices, cuando rezamos el Padre Nuestro y decimos que se haga su voluntad, la voluntad de Él es que seamos felices, es decir que haya orden porque todo lo que vemos en el mundo es desorden, si vos estás enfermo tu cuerpo está en desorden, si vos tenés anteojos quiere decir que tus ojos ya no ven tan bien hay desorden en tu mirada y en tu vista ¿eh? y así en todo, si caminás rengo es porque te duele la rodilla, hay desorden en tu salud, bueno. Entonces, en todas las cosas el Señor quiere orden, que todo vaya bien como fue en un comienzo por eso en los primeros tiempos Jesús dice con tanta claridad: quiero que todo sea hecho nuevo, ¿y a qué se refiere?, bueno, a restituir ese orden perdido, a que el hombre pueda vivir en paz y en felicidad y si viene un chico que no puede caminar y sale caminando ¿no es cierto?, bueno, se está cumpliendo aquello que dice el Señor: todo será hecho nuevo, esto que no funcionaba empieza a funcionar ¿mmm?.

Entonces, que venimos a buscar a este Santuario perdido en medio de la pampa gringa, en la pampa sojera, donde la soja se está secando, todavía no del todo, pero también de maíces y trigales ¿no?, ¿qué venimos a buscar a este lugar?, vinimos a buscar tantas cosas pero sobre todo ser felices che, y en las cosas que se hacen, en las sanaciones que se practican, en las palabras que se dicen, en los pensamientos que se tienen, en los gestos que se realizan, en los movimientos que uno tiene, en todo hay un solo objetivo, tender hacia el bien, hacia el bienestar de todos, hacia el calmar los dolores, el ordenar las conciencias que están a lo mejor oscurecidas porque se yo, tantos problemas del pasado, tantas cosas que uno ya vino sufriendo desde la panza de mamá, todo. La pretensión del Señor es que de aquí uno lleve todo y si uno no lo lleva no es por culpa de Él, es porque uno no quiere llevarlo, porque Él tiene sus manos abiertas lo mismo que la Madre para darnos todo, pero para eso tendríamos, tendremos que abrir nuestro corazón y abrirlo bien abierto para que Él pueda penetrar y no solamente en nuestro corazón sino también en nuestra sangre y lleve a cada uno de los rincones de nuestro cuerpo todo aquello que necesitamos para estar cómodos, bien, felices, sanos.

Bueno, ¿y qué nos ofrece el Señor para todo eso?, yo sé decir cuando doy las bendiciones, digo: que el Señor te mire al rostro y te infunda su gracia ¿no?, y en esta expresión: te mire al rostro y te de su gracia está prácticamente tomado de todas las partes del Evangelio, cuando se acercan al Señor y le dicen: Señor, ten compasión de mí, Él le mira al rostro y le dice: qué necesitás, sanarme Señor, bueno, andá, estás sano, cuando va a ver a su amigo, a la tumba del amigo muerto, Lázaro, hacía ya dos o tres días ¿no?, la hermana de Lázaro le dice: pero venis ahora cuando ya está muerto y da mal olor, sin embargo Él mira la tumba de su amigo muerto, la tumba abre su piedra, se parte la piedra de entrada y Lázaro sale de la sepultura. Cuando Jesús está en las Bodas de Caná, que es el primer milagro que hace y la Madre le dice: “es un casamiento y se le ha terminado el vino, mirá que pena Hijo”, porque todos sabemos que el vino alegra el corazón del hombre, bueno, “Hijo se les ha terminado el vino”, y le dice: “Madre todavía no empecé Mi obra”, pero mira a todas las personas que están en el casamiento, en las Bodas de Caná de Galilea y lo ven que están todos expectantes mirándolo a Él y entonces Él acelera su trabajo y dice: “bueno, llenen todos los recipientes de agua” ¿verdad? y es cuando hace el primer milagro de transformar el agua en vino ¿verdad? y podemos seguir en otras ocasiones del Evangelio cuando Él llega a la casa de la madre de Pedro y ve que está enferma, la mira ¿verdad?, la mujer se le pasa todo lo que tiene, se levanta y empieza a servirlos, hay una relación muy estrecha entre la mirada del Señor ¿no es cierto? y que infunda en nosotros todo lo que tiene Él de grande que es su Misericordia ¿mmm?. Y cuando uno está triste o mal o enfermo hace lo mismo que los enfermos de hace dos mil años: mirame el rostro Señor, infundime tu gracia.

Entonces, entiendan esa relación ¿no es cierto?, mirame Señor, mirame, que es decir: teneme en cuenta, aquí estoy Señor, soy tu hijo, el que creaste a tu imagen y semejanza, y ahora está padeciendo esto que padece Señor, mi enfermedad que me está carcomiendo no está hecha a tu semejanza ni mucho menos porque sos Dios y sos incorruptible y jamás estarás enfermo ¿mmm?. Entonces mirame Señor, mirá, mirá con tus ojos Misericordioso mis cosas, mis problemas, mis negocios que no funcionan, mis animales que se les está terminando el pasto, mirá las plantas que se secan con el aire terrible del verano, uno le está diciendo: mirá Señor ¿mmm? y así también nosotros le estamos diciendo mirá Señor, mirá nuestra vida, mirá nuestras cosas ¿eh?. (Ustedes ven que el Jesús tiene los ojos celestes ¿verdad?, bueno, esto dicho entre paréntesis pero es tan importante como lo otro, la señora solamente le pintó los ojos pero en su tabla de pintar el color era marrón y cuando bajó vio que sus ojos eran celestes). Fíjense la tremenda relación que hay del Señor con su mirada y su mirada para con nosotros y si ustedes se fijan bien, la mirada del Señor mientras ustedes están presentes va a cambiar de montones de maneras diferentes. Jesús es una presencia aunque eso sea una estatua, es una presencia y para que yo capte esa presencia tengo que ablandarme, tengo que ser humilde, simple, sencillo y decirle: mirame Señor, cuando esta noche llegue a mi casa, en una de esas me pongo de rodillas cerca de mi cama y le digo: Señor, fijate, girá tus ojos hacia mí, mirá todo lo que me está pasando, así como cuando te encontró el ciego que te dijo: “Señor, ten compasión de mí”, te lo digo ahora también, Señor ten compasión, mirame, mirame porque soy tu hijo creado a tu imagen y semejanza, soy un pequeño diosito y un diosito no puede tener las rodillas como la tengo, o el cáncer que me está comiendo ¿eh?, ¿verdad?. ¿Por qué esa distancia con el Señor, por qué esa lejanía tan grande, si es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero, es todo y mucho más que un familiar, mucho más porque el familiar a veces nos olvida o no nos tiene en cuenta o no los tiene en la compasión suficiente, pero Él siempre ¿eh?.

Entonces, ¿por qué esa lejanía?, por qué eso de estar lejos del Señor y no rogar con todas las fuerzas del corazón: mirá Señor, girá tu rostro hacia mí y dame lo que necesito Señor, ustedes van a decir: pero ¿Él va a hacer esto?, y según lo que yo le de a Él, no querido, Dios te da todo a cambio de nada, ¿por qué?, porque hace lo mismo que vos cuando querés mucho a alguien, le hacés un regalo y ni te importa si te lo agradece o no, en absoluto, porque vos lo amás y cuando el Señor te concede la gracia más grande o el milagro más estruendoso, no lo hace esperando que vos cumplas con esto, te portes de aquí, te portes de allá, nada, no te pide nada, nada, solamente te está ahí esperando diciéndote: abrí tu corazón que Yo quiero entrar en él y quiero quedarme para siempre ahí, sos Mi hijo, quiero estar con vos siempre y quiero que seas feliz ¿mmm?. ¿Por qué tanta lejanía?, ¿por qué tanta distancia?, hace falta que me vaya a meter dentro de la Iglesia o hace falta que camine doscientos kilómetros a pie para llegar a tal lugar, si lo quiero hacer lo hago, está bien, pero en lo más íntimo de tu cuarto podés mirar y ver el rostro del Señor que está allí y si hacés más esfuerzo lo podes ver dentro de tu corazón que te está alentando y está animando tu sangre para que recorra todo tu cuerpo y le de la sanidad que necesita. Hermanos, piensen en esto, por qué nuestra resistencia a dejarnos amar por el Señor, si Él quiere darnos todo lo que nos falta, absolutamente todo lo que nos falta para poner ese orden que Él quiere poner en nuestra vida, en nuestras cosas y en todo ¿mmm?.

“Hijo, esta gente quiere divertirse, esta en un casamiento, necesita vino para tomar, no puede haber un casamiento sin vino, bueno Madre ¿eh?, es decir, todavía no empecé Mi obra pero si vos me lo pedís Yo lo hago”, por eso que en todos nuestros pedidos, en todas nuestras súplicas pensemos siempre en la Virgen María, Jesús no pensaba hacer ningún milagro en las Bodas de Caná, pero su Madre le dice: “Hijo, se les terminó el vino, hacé algo, bueno Madre” ¿mmm?.

Es lo mismo que cuando vos le decís: Madre, mirá como estoy, fijate en el estado que tengo, fijate cuanto estoy sufriendo, mirá mi situación económica, mi situación social, fijate el techo que se me viene abajo, fijate, mirá Madre todo eso y decile a tu Hijo: este hombre necesita estas cosas, porque tan importante como la salud es tener un techo donde refugiarse y tan importante como tener un techo es tener un pedazo de pan, no hay nada que sea menos en el Reino de Dios, todo es importante, ese pedazo de pan que comés es el que te da vida o si no comieras vivirías, te morirías de hambre, todo es importante, en todo ese mundo que les rodea, las plantas, los animales, las cosas, la tierra, todo es del Señor y todo está en función de nosotros porque somos los reyes de la Creación, creados a imagen y semejanza de Dios ¿verdad?, entonces sus hijos y pequeños diositos porque estamos a la semejanza de Él, Él es Dios y si estamos hechos a semejanza somos pequeños diositos.

Entonces, la Madre, Madre, así como le dijo ella en la Boda de Caná, “no tienen
vino para terminar el casamiento, hacé un milagro, dale, bueno Madre, Yo no tenía pensado pero si vos me lo pedís Yo lo hago”; y vos, yo, Madre, quisiera seguir trabajando bien, cuidar a mis hijos, hacer todas las cosas que convienen y corresponden, dame una mano, la Virgen María es Mediadora de todas las Gracias y le va a decir a su Hijo: Hijo, mirá, mirá lo que te está pidiendo este hombre o esta mujer o este niño, mirá lo que te está pidiendo. Pero el Señor está solo, nos acompaña, va y viene con nosotros y nosotros vivimos como si Él no existiera o nos acordamos cuando realmente lo necesitamos, no, a las personas que amamos ¿también las recordamos solamente cuando las necesitamos?, a veces sí, a veces sí, a veces uno ve que los maridos se ponen muy buenitos cuando llega la noche porque tienen que acostarse con su mujer sino no pueden pedir nada, seamos honestos, es así ¿verdad?, bueno. Parecería que aflojamos cuando necesitamos, nooo, siempre tenemos que amar a nuestro esposa así como siempre tenemos que amar a nuestro Señor, no cuando lo necesitamos nada más, pero la vida nos toma en este momento, en esta situación, pues bien, más adelante veremos, pero en el mientras tanto: Señor, mirá, mirá este cuerpo, no es lo que vos creaste Señor, está enfermo, está deforme, no tienen luz mis ojos, mis rodillas no me tienen en pie, mis pies se han deformado, mi artritis me
tiene enloquecido, saname Señor.

Claro, para todo esto hay que también pensar un poquito ¿no es cierto?, y decir cuál es el origen de mis problemas, cuál es el origen de mis problemas, si yo soy un desordenado y me juego todo en el bar evidentemente que no voy a tener plata para comprarme la comida para la familia, si yo directamente como como cualquiera y estoy llenando mis venas de grasa voy a tener un colesterol por las nubes. Es decir, en todo hay normas y reglas ¿verdad?, si vamos por la calle y el semáforo está verde pasamos pero si está rojo paramos porque eso nos está indicando no se puede pasar y así es en la vida, en cada una de las cosas, todo tiene que tener su medida, todo tiene que estar no sé si reglamentado pero ordenado ¿mmm? y así tiene que pasar con nuestra vida.

Si yo descubro hoy por ejemplo en este día ¿verdad? que cuando estaba en la panza de mi mamá he pasado todo tipo de problemas, por montones de situaciones, porque mi viejo era un desgraciado que le pegaba a mi vieja con todo el alma, y yo me doy cuenta que a lo mejor no me querían tener y me buscaron para perderme, y si yo me doy cuenta que me salvé por casualidad de un aborto y si yo me doy cuenta..., todas esas cosas hay que repararla hermanos, porque sino eso está allí como clavado en la carne y si no lo reparamos eso sigue haciéndonos daños. Cuánta gente que se suicida, ¿por qué lo hace?, porque tiene la imagen del suicidio cuando estaba en la panza de mamá que andaba de curandera en curadera para ver donde podía perder ese criatura porque quería abortarlo o abortarlo y le quedó grabado en la mente a ese bebé ¿verdad?: no me quieren, me quieren tirar, bueno, pero en una de esas se salvó, creció, pero llegado un momento esa idea sale de adentro y ese hombre vuelve a tener la idea: no, si nadie me quiere, nadie me ama, nadie me tiene en cuenta, yo estoy demás, entonces me destruyo y listo. Detrás de la mayoría de los suicidios hay este tipo de problemas, hay problemas que vienen desde la panza de mamá o antes también.

Si a vos te dan a elegir entre ser un hijo querido y un hijo que vino de contrabando elegís ser un hijo querido ¿eh?, como te dicen algunos padres: cuánto amamos a nuestro hijo incluso antes de tenerlo, ya lo amábamos y todavía no estaba en la panza, ya lo amábamos, ese niño tiene otra garantía de una vida feliz que el otro ¿verdad? que fue fruto de una noche de joda, tiene otra garantía ese niño que fue amado ya de antes. Ahora, bueno, perfecto las cosas se han dado de una forma, en la vida nos fue de una manera, a esta altura del partido si nos encontramos con esas cosas ¿qué hacemos?, ahí está el Señor, “Hijo, se le ha terminado el vino a esta gente, hacé algo”, y nosotros le diremos: Señor, mi mamá no me quiso, me quiso abortar, Madre, decile a tu Hijo que me sane esa herida tremenda que tengo en mi alma, que me hace tanto daño ¿eh?. Yo tengo que mirar el Evangelio, mirarlo de esta forma sino a mi no me sirve, no sirve para nada.

Entonces, ¿ven?, las cosas no se circunscriben, no se localizan o se focalizan solamente en esto que está pasando en este momento, hay un montón de cosas que vienen de antes ¿verdad?, que habrá que sanar también, por eso cuando llegue el momento de la sanación ¿verdad? vamos a hacer esa sanación del pasado ¿verdad?, pero eso no quita que después por tu cuenta, cuando te quedes a solas con vos mismos pensés, porque cada uno sabe como estaba más o menos el clima de la casa cuando a uno lo tuvieron ¿no es cierto?, uno o los hijos o los familiares o lo que sea. Entonces, así como delante de uno mismo: Señor, tengo muchas heridas adentro, tengo un montón de heridas, acá dentro por ejemplo hay tres personas que fueron violadas cuando eran chicas, yo no miro a nadie para que nadie se de por aludido ¿verdad?, ¿y se van a quedar con la pena para siempre?, noo, váyanse, enciérrense en la pieza, no miro a nadie, enciérrense en la pieza ¿verdad? y delante de Dios decile: Señor, por favor, tené compasión de mí, un tío desgraciado, un hombre que vivía en la casa, etc. ¿no?, me violó cuando tenía siete años, ocho años, doce años, Señor esa herida no me la puedo olvidar Señor, por qué no me sanás Señor, si vos no me sanás nadie me sana de esto porque esto es un secreto que no se lo conté a nadie, que solamente sabe quien me hizo el daño ¿mmm?, entonces Señor vos que sabés que me fue así saname esta herida y hacé que perdone y a medida que pase el tiempo también que olvide. No puedo quedarme toda la vida con eso adentro de mi conciencia que me hace un daño tremendo, no me puedo quedar con eso, yo tengo que sacarlo a flote ¿mmm?, bueno.

Entonces, la sanación no implica solamente, no quiere decir que tiene que darse ya en este momento, ya, no, no, vemos también que hay necesidad de ver que pasó en mi vida, no es fácil adivinar ¿no es cierto? que a veces un montón de tipo de cáncer aparecen como una consecuencia de los disgustos que se tuvieron en algún momento de la vida o por herencia de algún antepasado nuestro ¿verdad?.

Entonces, como en las Bodas de Caná, o bien cuando estaba Lázaro en la tumba, o bien cuando el ciego estaba... (se interrumpe la grabación) ..., así como en las Bodas de Caná, así como el ciego, así como el paralítico, así como delante de la tumba de Lázaro, Señor, mirame Señor, que tus ojos miren todas mis necesidades Señor, te lo pido por intercesión de tu Madre para que a partir de este momento empiece el retroceso de todo mi problema y mi problema empiece a desaparecer, tal vez ya esta noche no tengo nada, o mañana o pasado, no sé Señor porque tu tiempo no es el tiempo mío. “Hijo, se les terminó el vino, Madre todavía no empecé mi misión, no importa Hijo, se les terminó el vino, hay necesidad de que hagas el milagro”, pues bien, decile a la Madre de rodillas: ¡Madre Santa, Virgen, hacé que tu Hijo haga el milagro de sanar mi enfermedad!, pero decíselo con un corazón realmente dispuesto a aceptar el Señor, que entre en tu persona y le de todo lo que necesitás para ser feliz y yo te puedo asegurar que lo que le pidas de esa forma el Señor te lo dará.

Nosotros aquí no invitamos nunca a nadie que venga, la gente viene porque quiere, ¿y qué quiere?, sanarse, estar bien, resolver sus problemas, dejar de sufrir, no invitamos a nadie: venga, la gente viene porque quiere, todo el mundo quiere vivir bien, la gente quiere ser feliz, pues bien, aquí el Señor te ofrece toda su Misericordia para que lo seas, por intercesión de su Madre, la Virgen y empezá a recorrer el país y te vas a encontrar que en cualquier pueblo alguien te va a contar de algún milagro que le ocurrió acá, vayas donde vayas, y ustedes dirán... (se dio vuelta la cinta) ..., en silencio porque les gusta ver ese rostro lleno de satisfacción de un niño que volvió a ver, de alguien que terminó con su cáncer, de alguien que no caminaba y ahora camina, etc.

Por eso Señor, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida, hemos, he decidido, hemos decidido abrir nuestro corazón Señor para dejar que vos entrés, no es cuestión de ir al Templo, no, si se va mejor, pero la cuestión es abrir nuestro propio templo que es nuestro corazón y decir: vení Señor a él y quedate para siempre Señor y te lo decimos así de esta forma: mirarte solo a ti Señor, mirarte solo a ti Señor, mirarte solo a ti Señor y no mirar atrás. Seguir tu caminar Señor, seguir sin desmayar Señor, postrarme ante tu altar Señor y no mirar atrás.
Hasta ahora Señor he sido medio desorejado para con todas estas cosas y además tenía mi corazón inclinado hacia tantas pavadas y a tantas cosas pero hoy he descubierto que si bien tengo que amar a toda mi familia, mis parientes, a todas las personas, a vos te tengo que amar como un Padre, como un hermano, como un amigo Señor y no por un día o dos sino para siempre, por eso te digo con toda mi fe y con todo mi fervor. Amarte solo a ti Señor, amarte solo a ti Señor, amarte solo a ti Señor y no mirar atrás. Seguir tu caminar Señor, seguir sin desmayar Señor, postrarme ante tu altar Señor y no mirar atrás. Solamente uno sigue a aquél que lo conduce por un buen camino, solamente uno sigue a aquél que realmente le da afecto, le da una caricia o una mirada de comprensión y eso es lo que quiere hacer con nosotros cada día Jesús. Seguirte solo a ti Señor, seguirte solo a ti Señor, seguirte solo a ti Señor y no mirar atrás. Seguir tu caminar Señor, seguir sin desmayar Señor, postrarme ante tu altar Señor y no mirar atrás. Como no podría confiar en vos, “Hijo, esta gente se le terminó el vino, hacé un milagro”, “Lázaro sal de la tumba, deja de estar entre los muertos porque Yo quiero que vivas”. Quien hizo semejantes milagros, quien hizo todas estas cosas como no va a fomentar mi confianza, tengo que confiar en Él. Confiar solo en ti Señor, confiar solo en ti Señor, confiar solo en ti Señor y no mirar atrás. Seguir tu caminar Señor, seguir sin desmayar Señor, postrarme ante tu altar Señor y no mirar atrás.

Vamos a pensar que el Señor se acerca a nuestra puerta, nos llama por nuestro nombre y nos infunde un alma inmortal haciéndonos sus hijos para siempre, eso es lo que pasa cuando papá y mamá nos engendran y empezamos a vivir en la panza de mamá: te acercaste a mi puerta y pronunciaste mi nombre, yo temblando te dije: aquí estoy Señor. Tu me hablaste de un Reino, de un tesoro escondido, de un mensaje fraterno que encendió mi ilusión. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo, que detalle Señor has tenido conmigo. Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura, codo a codo contigo comencé a caminar. Han pasado los años y aunque apriete el cansancio, paso a paso te sigo sin mirar hacia atrás. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo, que detalle Señor has tenido conmigo. Que alegría yo siento cuando escucho tu nombre, que sosiego me inunda cuando oigo tu voz, que emoción me estremece, cuando escucho en silencio tu palabra que aviva mi silencio interior. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo. Que detalle Señor has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tu eras mi amigo, que detalle Señor has tenido conmigo.

Pensemos ahora en Nuestra Madre, la Virgen, según el calendario Litúrgico acuérdense que María y José llevan a Jesús a Egipto para huir de Herodes Antipas y la vemos a la Madre cuidando a su chico, a su hijito, la vemos de esta forma: la Virgen se está peinando, entre cortina y cortina, sus cabellos son de oro y el peine de plata fina. Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver al Dios nacer. La Virgen lava pañales y los tiende en el romero, los pajaritos cantando y el romero floreciendo. Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver al Dios nacer. La Virgen se está lavando con un poco de jabón, se le han picado las manos, manos de mi corazón. Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido.
Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver al Dios nacer.

Sí Señor, yo quiero que nazcas en mi alma en este día y si ya has nacido alguna vez vuelve a hacerlo Jesús porque necesito que me sustentes, que me alientes, que me des toda la vida para seguir adelante con mis proyectos, con mi familia, con todos los que amo, ven Señor, ven, ven Señor Jesús y pasa sanando Señor toda mi vida desde que mis padres me pensaron o no me pensaron, desde el momento en que fui engendrado, pasa sanando Señor desde ese momento cuando todavía mamá ni sabía que estaba yo en su panza ya estaba viviendo allí como una persona, pasa sanando Señor, todo lo que aconteció en esos nueve meses, ocho o siete o menos, pasa sanando Señor porque yo quiero estar bien

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