Mensaje del 03 de Noviembre de 2003

Jesús quiere que hoy hable un Santo en representación de todos, el que está allí, al lado del Padre Pío, casi en el lugar del Padre Pío, es un Santo que tiene las características de un hombre de raza amarilla, así concretamente como esto no había ocurrido antes.

Mensaje del 01 de Noviembre de 2003

Habla Artemio:

Hoy es 01 de Noviembre.

Día de todos los Santos, es por eso que al borrarse todas las paredes hay cualquier cantidad de Santos acá… (se hace una pausa)…

Estos momentos que estoy en silencio es porque Jesús me dice cosas en privado.
Jesús quiere que hoy hable un Santo en representación de todos, el que está allí, al lado del Padre Pío, casi en el lugar del Padre Pío, es un Santo que tiene las características de un hombre de raza amarilla, así concretamente como esto no había ocurrido antes.

Bueno, con toda la atención, no solamente nuestra sino de todos los demás, habla este Santo…

Dice un Santo vietnamita:

Yo no me voy a presentar, solamente digo que soy un hombre de raza amarilla, elevado a los altares, no hace tanto tiempo. Si yo les dijera mi nombre sería lo mismo que si no se los dijera, porque no tiene traducción al castellano.

Jesús me encarga a mí que hable en este día de todos los Santos, como una forma de manifestar la universalidad de la Iglesia.

Mi nacionalidad es vietnamita y he sido canonizado como Mártir dentro de un grupo de personas que murieron ese día.

Las palabras que yo pueda decir tienen el valor de mostrar y de oír la palabra de alguien que vivió en el otro extremo de la Tierra, ahora para mi canonización se tuvo en cuenta mi martirio pero hay miles y miles que fueron también martirizados como fui martirizado yo por la fe.

Es importante que diga esto, nunca como en este día alguien de mi nacionalidad habló en este lugar, no es que hayan pasado tanto tiempo y hoy se acuerden de uno, no, no, no, es porque normalmente se busca alguien que haya estado relacionado con mi mundo Occidental sobre todo, aunque haya vivido en el Oriente ¿no?.

Y la finalidad de mi presencia hoy es para que se vea un poquito la universalidad de la Iglesia. Si yo les contara a ustedes como fue mi vida, cómo se manifestó mi fe, porque ahora desde este lado, desde esta dimensión veo todo y es importante que diga esto yo, ¿por qué?, porque lo que prevalece siempre a pesar de los lugares, de los tiempos y de todo es ese denominador común que es Jesucristo, pero si ustedes analizan las formas en que nosotros vivíamos el cristianismo está tan lejos de ustedes que habría que aclarar mucho y a pesar de eso se entendería muy poco.

Pero, piensen todo lo que se habló antes sobre el amor, sobre el Evangelio de San Juan, sobre todo, hace que uno descubra, como en mi caso, a Jesús como alguien que es el sumun del amor, es cierto que hay patrones comunes del amor en todo los países del mundo pero, las características en la manifestación de ese amor, en este caso así por el Señor, para entenderlo hay que entenderlo dentro de un contexto cultural, ambiental, religioso y muchos más elementos. En primera y última instancia el amor es lo mismo, pero hay manifestaciones tan distintas a lo largo y a lo ancho del planeta que si se quisiera medir es prácticamente imposible, porque en una estructura mental como la nuestra todo es diferente.

El amor es siempre el mismo, pero tiene manifestaciones tan diversas, entonces a pesar de nuestra cultura, de nuestro idioma, de todo lo que representa nuestra idiosincrasia… (se dio vuelta la cinta) … el amor por el Señor que es idéntico.

En un comienzo puede ser más entendible para ustedes porque ustedes estaban más cerca, estuvieron y están más cerca del mundo romano, griego, judío, que todo lo que nos rodeó a nosotros, para ustedes que saben que los romanos crucificaban en una cruz es más fácil entender que para nosotros. Entonces, primero tuvimos que aprender que era una cruz y después saber como el Señor murió en esa cruz y todo lo que eso representa ¿mmm?.

¿Por qué digo todo esto?, justamente, porque el Señor me hace decirlo para que vean hasta que punto vale la unidad y no la uniformidad, como se manifiesta la fe, el amor y todos los órdenes cristianos. Hay un abismo entre vuestra vida y la nuestra, pero como dije antes hay denominadores comunes ¿verdad?, pero todo es diferente.

El golpe de gracia que nos lleva a Jesús y nos llevó en su momento, tiene connotaciones muy distintas a los golpes de gracia que pueden tener ustedes, entonces si lo que vale es la unidad y no la uniformidad, que esto sirva también para la vida diaria de ustedes en cuanto a que como cada hombre es único, inédito e irrepetible, cada hombre tiene su respuesta personal para el Señor. Perfectamente contemplado en el Evangelio de San Juan, es decir que la salvación no es masiva sino siempre a nivel individual porque la creación del hombre se da a nivel individual en cada caso, por eso es único el hombre.

Mi objetivo al hablar en este día es para hacer aproximaciones de nuestra realidad a la realidad en la cual se mueven ustedes, ahora va a tardar bastante tiempo para que estas Revelaciones del Señor, los Santos y por supuesto la Madre, antes que llegue a nosotros, yo pienso en mi pueblo y en los pueblos vecinos y todo el mundo que incluso está muy lejos de hablar el idioma en que estás Revelaciones se dan.

Entonces, repito, hay un abismo muy grande, los hombres que llegaron a nuestras tierras y tomaron nuestros hábitos, hablaron nuestro idioma y simplemente vivieron entre nosotros, tuvieron que adaptar todo a nuestras formas y el Evangelio tantas veces se demora en trasmitirse, porque hay una especie de resistencia de los que llegan para similar todo lo del lugar. Dije al comienzo: quería hacer ver la universalidad de la Iglesia y también lo nada fácil que es toda una vida cristiana en ustedes y en nosotros, en el fondo es lo mismo pero con tantas connotaciones diferentes que le hace a uno pensar.

Si, he visto que pasó por tu mente la expresión invasión cultural, sí, no solamente en el nuestro sino en muchos países del mundo, el gran problema está en no asimilar las culturas del lugar sino aprender el idioma y otras cosas más, pero no una adaptación a las culturas locales, regionales y eso demora la transmisión de la palabra.

Solamente mi presencia, mi presencia que habla es para darles esta dimensión tal vez en este momento un poco desconocida para ustedes, entonces siguiendo a San Juan, si se habla plenamente el lenguaje del amor todo resulta más simple, más directo, más concreto, más asimilable, porque pasar la mano por la cabeza o apoyarla en los hombros para ustedes y para nosotros es exactamente igual un gesto de amor.

Y digo así en forma concreta, si el cristiano habla el lenguaje del amor se hace fácilmente universal en un instante sino no, sino el lugar de toda la cultura, las costumbres y todo lo que tienen los diversos pueblos se junta a veces la tozudez por mantener ciertos esquemas que trajeron de cada lugar los misioneros por las distintas personas.

Creo que me hago explicar o me explico y como ustedes pueden ver he usado algunas expresiones en castellano que no están muy bien hechas, pero también es abismal la diferencia entre un idioma y otro y concluyendo, nos une el amor por el Señor y siempre, en todos lados es igual.

Piensen en todas estas cosas, es tan grande el mundo habitado que no es tan simple pensar en un hermano que vive en el extremo de la Tierra por el cual Jesús también dio su vida en la cruz, pero conviene ejercitarse como una obra muy grande de comprensión, de generosidad y por supuesto de amor profundo.

Amén.

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