Mensaje del 12 de Mayo de 2003

Y eso es importante que se sepa porque, todos de una u otra forma, tienen que llevar la cruz y tienen el deber también de hacerla lo más liviana posible, pero esa cruz no la pongo Yo sobre vuestros hombros, la ponen los demás.

Mensaje del 12 de Mayo de 2003

Habla Artemio:

… 2003. Dice Jesús… (sino la Madre Teresa está incómoda)…

Dice Jesús:

"Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, Yo vine a los hombres y los hombres no me conocieron y me colgaron en una cruz, después me bajaron y resucité" y estoy siempre entre ustedes para asistirlos en todo y darles todo lo que ustedes necesitan para ser felices, porque cuando dicen el Padrenuestro y dicen: "que se haga Mi voluntad", justamente Mi voluntad es que todos sean felices, cuando alguien no lo es, por una cosa o por la otra, no se les ocurra pensar que Yo soy el que origina eso. Es decir, los hombres usando su libertad, como Yo dije centenares de veces ¿mmm?, la usa mal y hace sufrir a los demás, de la forma más diversas, más extrañas, más estrafalarias, pero vive haciendo sufrir a los otros, muchos, por eso empecé la palabra de hoy: "y vine a los hombres y los hombres no me conocieron y me colgaron en una cruz".

Y eso es importante que se sepa porque, todos de una u otra forma, tienen que llevar la cruz y tienen el deber también de hacerla lo más liviana posible, pero esa cruz no la pongo Yo sobre vuestros hombros, la ponen los demás, todos aquellos que repiten el mismo drama del calvario ¿mmm? Drama del calvario, fuera en forma cruenta, es decir con derramamiento de sangre, pero el drama de tantos hombres como el tuyo, no es con derramamiento de sangre, entonces se lo llama: el martirio blanco, simbólicamente no se derrama sangre, al menos por fuera.

Justamente Mi querido ya que dijiste todo lo que dijiste hoy quiero decirte esto, que Mi Papá invirtió muy bien en vos, porque quién las pasó a todas las entiende a todas. Alguno diría: sí pero vos no hiciste la guerra, pero hiciste la Colimba que es una guerra parecida y la hiciste en otros campos la guerra, así que a veces me pongo a pensar y lo conversamos con Mi Papá: ¿qué le falta padecer a éste todavía?, un cáncer, no sé qué, que Dios te libre de todas esas cosas, que Mi Papá, Yo y el Espíritu Santo te mantengan libre de toda enfermedad por muchos años. Y como te dije, recién: Mi Papá invirtió bien, porque… me parece pero cuando se sintió en carne propia las cosas, uno las entiende muy bien en los demás, no quiere decir que quién no pase algo no entienda, pero no es lo mismo, no. Y vos pensabas recién, te sentías como con un poco de recelo porque te habías acordado de cosas que ya perdonaste y entregaste, me las entregaste, pero no está mal que a veces uno destape un poquito la válvula, porque se junta tanta presión ¿no? y no se habla mal de nadie cuando se dice la verdad, claro que por supuesto a muchos les duele que uno le diga la verdad, duele, pero es tan importante en que las cosas se sepan.

Vuelvo a reflexionar sobre lo que hace varios días vengo reflexionando, y me gustó ayer la conversación que tuvieron hasta tarde con los dos presidentes de la fundación, porque se enteraron de muchas cosas que debían saber y tenés que contar muchas cosas porque ellos deben saber. Como ya no hace falta decirlo: nada es obra tuya, sino es que el Señor te llamó y te puso y te dio y te ordenó y… bueno, entonces si contas es como si contaras algo de otro, nadie va a creer que es tuyo.

Siguiendo con lo que decía estos días, detrás de todos estos años que vengo acá… es lógico que he querido hacer ver muy bien hasta qué punto Dios tiene naturaleza humana y por tener esa parte de naturaleza humana entiende todas las cosas muy bien. Y por eso es importante a veces decirse a uno mismo: ¡caramba!, si el Señor padeció tanto, seguramente debe entender mis padecimientos, y ¡claro Mis queridos que los entiendo!, que Yo estoy siempre al lado de ustedes, siempre y río cuando ustedes ríen y lloro cuando ustedes lloran, padezco o disfruto según ustedes padezcan o disfruten, ¿no empecé Yo diciendo hoy: "el verbo se hizo carne y habitó entre ustedes"?, entonces piensen, la naturaleza humana de Mi Mamá y en la parte humana de Mi naturaleza.

Entonces, traten siempre de tenernos a Mi Madre y a Mi de vuestro lado y cuéntenme lo que Yo ya sé pero cuéntenmelo igual, porque les hace falta descargarse un poco, no es lo mismo pensar: ya el Señor lo sabe y la Virgen también, no, les hace bien que me hablen y me digan ¿mmm?, ustedes ven que a lo largo del Evangelio cuando aparece alguien para que lo sane o algo por el estilo, Yo siempre le pregunto: ¿qué es lo que te pasa?, ¿qué necesitás?, ¿qué es lo que querés?, Yo ya lo sé pero me gusta que Mis hijos me lo digan.

Por eso, no me cansa nunca todo lo que puedan decirme aunque sea siempre todos los días lo mismo ¿mmm?, cuando a la mañana, cada uno se levanta y dice, a veces con dolor y a veces no tanto: Señor, ten compasión de mí, aunque dicen lo mismo pero para Mi es como un nuevo pedido, ¿un pedido para qué?, para todo. Ahora tengan siempre la seguridad que en nuestra relación de padre, de hermano, de amigo, de compañero, cuando no les doy algo o me demoro es porque todavía no es el tiempo justo y adecuado ¿mmm?, si hay algo que Yo tengo que hacer es dar las cosas, ni antes ni después, sino justo en el momento, salvo que la persona use su libertad y quiera hacer otra cosa, pero quién está en relación conmigo está en Mi proyecto, Yo tengo pensado todo para cada uno incluso aprovecho las cosas malas que pasan para que esas cosas malas den una enseñanza.

Pero tengan en cuenta esto, Yo vivo sufriendo con ustedes. Cuando Artemio dice que la Madre Teresa decía que hay que amar hasta que duele, Artemio no tiene pretensiones, que se le entienda eso, Yo siempre le digo: con que te entiendan un veinte por ciento date por satisfecho, el resto te lo entiendo Yo y un veinte es mucho decir todavía, porque el amor… en la Economía divina es tan, pero tan grande, que entre el Padre y Yo, el amor que tenemos, que nos tenemos, es el Espíritu Santo, que es Dios también, entonces toda la peregrinación del hombre hacia la Jerusalén celestial es con un ser todos los días, un poquito más de ese amor. Que dicho de otra forma sería conversión ¿mmm?, como dice en el canto: y dando la media vueltita, la vuelta de la victoria, es decir dejar de pensar de una forma y empezar a pensar en otra.

Sepan todos, ya que esto va dirigido a todos los hombres de todas las latitudes, sepan todos que el sufrimiento nunca es en vano cuando se lo ofrece, nunca es en vano y también sepan que nunca Yo les voy a provocar un sufrimiento, de ninguna naturaleza, porque Yo no vine para hacer sufrir a nadie, vine para salvarlos a todos, entonces cuando alguien dice: Dios lo castigó, no está diciendo bien, los demás castigan y uno mismo se castiga, pero el Señor no castiga, en todo caso toma las cosas de la vida y nos muestra, el Señor siempre, qué podemos aprender de ellas, pero nunca, nunca acuérdense, nunca: si un hijo le pide pan a su padre ¿qué padre le va a dar una piedra? ¿mmm?

Mis queridos, los amo tiernamente, les comprendo todo y como vos no hiciste hoy la sanación porque Yo llegué antes, piensen que todo lo que ustedes siempre están pidiendo y ofreciendo, hoy soy Yo el que hace la sanación de todo. Los amo tiernamente y por todo lo que ustedes quieran, por todo lo que ustedes piensen, por todo ¿eh?, esta sanación se las doy en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

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