Mensaje del 10 de Mayo de 2003

Por eso Mis queridos, todo lo que pasa aquí desde hace tantos años, es una forma, es una forma clara y concreta de que Yo no vine para algún grupo determinado ¿verdad?, ni para los que tienen salud, sino vine para los enfermos y que Yo sepa los enfermos son la mayoría.

Mensaje del 10 de Mayo de 2003

Dice Jesús:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mi no anda en tinieblas” ¿eh?

Además soy la Misericordia, además soy Rey de Reyes, Señor de Señores, pero lo que más me gusta decirles es que soy vuestro padre, vuestro hermano, vuestro amigo, vuestro compinche, vuestro compañero, eso me gusta más que Señor de Señores y Rey de Reyes.

Voy a tomar algunos temas que ayer empecé y que creo que da para muchas Revelaciones, aunque voy a decir muchas cosas iguales pero ni con las mismas palabras y enfocadas desde otro ángulo, porque Yo aquí en diez años nunca me repetí ¿eh?, eso lo puede comprobar cualquiera.

Celebro estar en presencia de ese cuadro que está colgado detrás de la puerta, es decir simbólicamente ese cuadro tiene un montón de poder, un montón de poder tiene, es decir no es un talismán, no es una cosa así, no, es por lo que representa, es como un signo ¿eh?, que hay que pensar para entenderlo, bueno, celebro que esté allí y lo bendigo muy especialmente por todo lo que hará con el solo hecho de mirarlo.

En gran parte ese cuadro simboliza un poco la posibilidad que, lo que decíamos ayer de alguna forma, que la Trinidad tan difícil de entender para todos y ya que algunos Santos en la Edad Media escribieron tomos y tomos para hacer entender lo que era la Trinidad; pero no todos tienen acceso a la suma teológica ¿verdad?, y entonces ¿qué pasa?, Yo vine por todos los hombres, no por algunos y como veo esquivan bastante en explicar esto aquellos que tienen el deber de explicarlo ¿mmm?, ¿será porque tampoco ellos lo entienden?, en una de esas… pero no pensemos mal, no pensemos mal.

¿Qué es lo que quiero decir?, quiero decir que esto así pintado llega a todos y si Yo soy Dios, trino y uno, y cuando los bautizaron vuestros padrinos, dijeron creer en la Trinidad y todo, ¿por qué la Trinidad tiene que llegar a algunos nada más y no a todos?

Por eso Mis queridos, todo lo que pasa aquí desde hace tantos años, es una forma, es una forma clara y concreta de que Yo no vine para algún grupo determinado ¿verdad?, ni para los que tienen salud, sino vine para los enfermos y que Yo sepa los enfermos son la mayoría, porque los que no tienen algún problema físico o psicológico, tienen algún otro tipo de problemas, enfermedades del espíritu, como son el orgullo, la vanidad, etc ¿no? Acuérdense que no me estoy dirigiendo a ustedes solamente sino me estoy dirigiendo a los hombres de los cinco continentes, así que no se den por aludidos en cuanto a eso que dije recién.

Si ustedes supieran que por el solo hecho de peregrinar a este lugar, todas las bendiciones del Cielo descienden sobre ustedes y si quieren comentarlo por ahí, díganlo: que respiré el mismo aire que respira Jesús y que los Santos y que tantos ¿eh? No pregunten porqué tanta generosidad de Mi parte, no, no pregunten, porque si les explico no me entenderían, en todo caso lo que deben hacer es aceptar, punto ¿mmm?, pero el que viene a verme aquí queda marcado para siempre, porque automáticamente entra en Mi proyecto, que creo que no es poco decir entrar en el proyecto del Señor ¿verdad?; ustedes creen por ejemplo, que podría irles mal por la vida, a pesar de que la vida es muy dura, pero ¿creen que podría irles mal en la vida después de sentir en vuestra piel, en vuestros ojos y en todo el color y el calor de Mi Misericordia?

Como en parte les decía ayer: ¿por qué tengo Yo que ser tan inaccesible para la mayoría de los hombres?, ¿por qué en muchas apariciones a través de los Siglos, siempre fue medio oculto, medio como en trastienda, sin la posibilidad que escucharan las palabras de Mi Mamá y las palabras Mías? ¿mmm?, aquí todos tienen la puerta abierta para venir, cualquier día, en cualquier momento. Es decir, vos hablaste antes del Viernes Santo y de Pascua de Resurrección que simboliza justamente el hecho de que Yo haya resucitado, pero Yo no resucité para algunos, resucité para todos ¿mmm?, y los hombres estén donde estén, hagan lo que hagan y a ustedes les parezca que a lo mejor esos hombres están cargados de maldades y porquerías…, ¡cuidado!, porque puede que se equivoquen seriamente, la forma de mirar que tiene el Señor a los hombres es muy distinta que la que tienen ustedes, en general los hombres ven nada más que arriba de la nariz, no más lejos.

Esto lo dije una vez ya y lo repito hoy, no con palabras textuales pero parecidas, si todos saben que en la cuneta de la vida los que hay son mayoría ¿mmm?, algunos porque no tuvieron más remedio que estar en la cuneta de la vida y otros porque eligieron estar en la cuneta de la vida como Artemio, porque era la única forma de poder ver y hablar y decir cosas a los que estaban en la cuneta. Entonces todos esos que están, parecería como fuera del alcance de la palabra del Señor, ¿ustedes creen por ventura, que Mi Misericordia no les alcanza para todos? ¿mmm?, flores de sorpresa van a tener cuando pasen del otro lado y vean a veces quien está en primera fila; Yo tengo los ojos para mirar vuestra conciencia y antes de hacer las cosas que ustedes hacen Yo ya las he visto y si son malas ya las he perdonado, ¿ustedes creerían que toda Mi Misericordia no está dirigida a todos los hombres?

Por eso, Yo quiero aquí ser accesibles a todos, les guste o no a muchos, aquellos que quieren tener la exclusividad del Señor no me cuadran muy bien, no me cierran a Mi, porque nadie tiene la exclusividad de nadie ¿mmm?, Yo he muerto en la cruz para todos, incluso para el último zaparrastroso que puede andar por el mundo, también por él y Dios los libre siempre de cerrarle la puerta a algunos de esos zaparrastroso porque en una de esas me están cerrando la puerta a Mi; a Artemio le consta cuántas veces al abrir la puerta se encontró con alguna persona que parecía muy común, pero que era Yo, que tomo la forma de cualquiera incluso de aquellos que la sociedad considera los peores. Me encanta codearme con los peores, porque por ellos vine, me encanta estar cerca de todos aquellos que el mundo desprecia y condena, porque Mi Misericordia les alcanza especialmente a ellos.

Así que tengan presente, si ustedes creían que el Hijo de Dios y Dios mismo era para algunos nada más, se equivocaron de cabo a rabo, Yo he venido para todos y feliz de aquél, bienaventurado de aquél que se preocupa de que Yo llegue a todos, de las formas más increíbles e insólitas o ¿qué creen ustedes?, cuando entran en una casa a visitar a un enfermo y realmente aman a ese enfermo con toda vuestra alma ¿no soy Yo el que vista el enfermo?, cuando ustedes entran a un geriátrico y tienen realmente compasión por aquellos que están ya, como vos decís: más chau que hola, y cuando entran a darles una sonrisa y un poquito de ánimo para que sigan viviendo ¿quién es el que entra?, Yo y ¿quienes son aquellos a quienes les dan ánimo y alegría?, Yo.

No sé si todos me entenderán esto, Yo creo que si, así como ahora entienden que ese calor que tienen no es normal ¿no es cierto?, que ese brillo que le quema los ojos no es normal aunque no me vean a Mi, ese calor que los tiene sofocados ¿mmm?, es el que sale de Mi corazón y también del Corazón Inmaculado de Mi Mamá.

Mis queridos… los invito a todos a entrar en los lugares más insólitos para hacerse amigos para que los reciban, no vayan de puerta en puerta predicando Mi palabra porque eso es molestar a los demás, cuando van a un lugar es porque ellos quisieron que ustedes fueran, como quien dice ¿mmm?: háblame de tu Dios, porque si tu Dios hace personas como vos debe ser justamente el Dios verdadero”, como le dijeron a Carlos de Fucol aquellos que tanto daño le habían hecho: pero cómo es posible, qué tanto daño te hicimos, cien veces destruimos tu casa, tus sembrados, tus cosas y vos siempre a nuestro lado, curando a nuestros enfermos, repartiendo la poca comida que tenías allá en pleno desierto, claro llegó el día en que esos hombres dijeron: no, vamos a hablar con este señor Carlos de Fucol porque si este hombre procede de esta forma, seguramente es Hijo del Dios verdadero, por eso vayamos y preguntémosle en el Dios que él cree, “háganse de amigos para que le reciban”.

Por supuesto que estas palabras tienen como destinatarios a todos los hombres, todos los hombres, pero hoy celebro ver en este lugar a muchas caras nuevas y que puedo decirles a ustedes, a los que ya saben, que los amo ¿saben?, que los amé desde toda una eternidad, los amé cuando empezaron a vivir en la panza de vuestra madre, los miré a los ojos y los llamé por vuestro nombre y los seguí amando y los sigo amando, con todo el amor de que es capaz un Dios de Misericordia y cuando vayan por ahí digan: yo soy de Jesús, porque estuve tan bien cuando respiré su aliento, cuando sentí el calor que salían de los rayos de su corazón y el de su Madre, cómo yo no voy a creer en ÉL, cómo no voy a creer en ÉL. Todos los otros caminos pueden conducirme a mi también y conducen a Mi presencia, pero si uno puede elegir el camino principal, háganlo, inviten a los otros también a hacerlo, pero en una forma delicada y sutil, como les dije varias veces hoy: “háganse de amigos para que le reciban”.

Entonces Mis queridos, en esta dimensión, se van a dar cuenta que cuando salgan de la puertita de calle, vuestra vida giró ciento ochenta grados, ¿por qué?, porque no se puede permanecer igual cuando uno estuvo en contacto con el Hijo de Dios y Dios mismo, cuando uno sintió el calor de los rayos de su Misericordia sobre el cuerpo y hasta sintió el calor que esos rayos producen, no, ¿que algunos tendrán que vivir un proceso?, puede ser, claro, pero nadie se va como vino. Yo soy así de tramposo ¿vieron?, los traigo como quien dice: voy a ver que pasa y después los encierro en Mi corazón y les doy a beber todo el amor de que puede tener noción un ser humano, ¿para qué? y bueno para que sigan peregrinando hacia la Jerusalén celestial, pero contentos a pesar de todo, aunque le pasen cosas en la vida, porque a todos les ocurre, en la vida va de una manera, pero se camina de otra forma, se peregrina de otra forma, cuando saben que Yo estoy delante y detrás, a derecha e izquierda, arriba y abajo, pero sobre todo en vuestros corazones.

Ya anocheció ¿mmm?, y les digo sinceramente que no tengo miedo esta noche no tener dónde reclinar Mi cabeza, porque sé que todos ustedes tienen el corazón muy abierto para decirme: vení Señor, entrá, porque yo te amo, te amé siempre, a mi manera, en la forma que yo tengo, pero te amé siempre, entrá Señor, entrá y quedate para siempre y no solamente conmigo sino con los de mi familia, en mi casa, con aquellos que amo, y también con aquellos que no amo tanto. Ha caído la noche pero ya no tengo temor para saber dónde reclinar Mi cabeza.

Gracias Mis queridos por ser como son, gracias Mis queridos porque no todos ven pero: “bienaventurados los que no ven y creen”, y si alguien les pregunta, Yo estoy seguro que van a decir: lo que viví es único ¿por qué?, porque cuando está uno en contacto con Dios pienso que acto más grande no puede existir.

Les agradezco vuestra presencia y los amo con todo Mi corazón.

Mi Mamá no habló pero quiere cantarles un poquitito de lo que ella, todas las noches cuando ustedes se van a acostar y ellas los vuelve pequeñitos, los pone en sus brazos y les dice y ustedes pueden oírlo si quieren: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón, arrorró…

Amén.

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