Mensaje del 16 de Abril de 2003

Hoy fue un día negro para vos ¿no?, si, bien negro, a pesar de todo, lo que los demás a veces no pueden entender es que estando conmigo así prácticamente todo el día y con Mi Madre, tengas días negros, es una razón muy simple, quien se ofrece, Mi Mamá y Yo, los utilizamos para hacer tantas cosas en tantos lugares.

Mensaje del 16 de Abril de 2003

Habla Artemio:

Hoy es miércoles 16.

Señor Jesús estamos transitando por la Semana Santa. Hoy es día miércoles, mañana es jueves santo, día de Institución de la Eucaristía y del Sacerdocio.

Señor, nosotros arrimamos nuestra vida a todos estos acontecimientos para tener conciencia, aunque sea un poquito, de todo lo que te pasó a vos por nosotros. Es decir porque tu pasión no pasó hace dos mil años, sino que tus heridas siguen sangrando y tu dolor sigue siempre siendo muy grande, para todos los días ir sanando todas las deudas que tiene la humanidad.

Suponemos Señor que en estos días por todos los acontecimientos que ocurrieron habrá tanto que pagar Señor, tanto, tanto. Nosotros simplemente unimos nuestros dolores, nuestras angustias, nuestras preocupaciones, nuestras alegrías, nuestros estados placenteros, todo, lo unimos a tu pasión para ayudarte de alguna forma a pagar las deudas que los hombres tienen, ¿con quién?, con vos Señor y con los demás hombres. Aquél que dice que no tiene deudas que pagar está mintiendo, porque de una forma u otra todos tenemos deudas, algunas son porque hemos procedido mal y otras son porque no hicimos el bien que debíamos hacer y en el momento oportuno, porque de nada vale hacer el bien cuando ya el problema pasó.

Por eso Señor, tené piedad de nosotros, tené mucha piedad de nosotros, por todo lo que nosotros somos, por todo lo que hacemos, por todo lo que deseamos, por todo lo que deseamos y no tenemos y por todas las cosas que deberíamos tener y no tenemos Señor, porque si bien es cierto que no hay que pedir nada para uno, también es cierto que el corazón del hombre necesita alguna retribución, porque si a vos no te gustaba que mordieran la mano que daba de comer, a ninguna de las personas nos gusta eso, a nadie nos gusta eso.

Entonces todo aquello que suframos durante ésta semana y siempre, te la ofrecemos Señor humildemente, simplemente, así con toda naturalidad para contribuir a pagar todas las deudas que tienen los hombres, que son tantas Señor, tantas, tantas, pero tantas y a veces lo peor Señor es que nadie tiene conciencia de las deudas que contrae, pero alguien siempre paga las consecuencias de eso, un padre o una madre que no se preocupan los suficiente en la crianza de sus hijos ¿verdad?, entonces éstos, los hijos, se crían muy mal. Entonces aquí ¿cuál es el problema?, muy simple, es decir no estar a la altura de padre o de madre en la atención de un hijo, por más que se lo quiera mucho, por más que se le de todo lo que necesita, pero todo lo que necesita no solamente son cosas materiales, sino también un conjunto de cosas que hacen a la vida del ser humano.

Entonces Señor, con este simple ejemplo, nos damos cuenta que tenemos un montón de deudas que pagar, por eso como no podemos pagar todo Señor, te pedimos que las pagues vos y que en nuestras pequeñas cosas de todos los días contribuyan para ayudarte a vos a pagar, en esa compensación que debe haber en cada cosa que se haga.

Todo esto Señor para mayor Gloria tuya y mayor felicidad de los hombres.

Hoy es 16 de Abril de 2003. Te escuchamos Señor…

Dice Jesús:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quién me sigue a Mi no anda en tinieblas”.
Y recién estaba pensando cuando vos accionabas el grabador, qué suerte porque grabando las locuciones íntimas, las Revelaciones, se pueden oír las dos voces, la Mía, de Mi Madre o de los Santos que te dictan y vos que repetís y la puede oír cualquiera, no solamente algunos elegidos, es interesante eso para que sepan por lo menos cuál es Mi voz, la de Mi Madre, quién difiere de otras voces sí el contenido.

Hoy fue un día negro para vos ¿no?, si, bien negro, a pesar de todo, lo que los demás a veces no pueden entender es que estando conmigo así prácticamente todo el día y con Mi Madre, tengas días negros, es una razón muy simple, quien se ofrece, Mi Mamá y Yo, los utilizamos para hacer tantas cosas en tantos lugares. Entonces a un nivel inconsciente percibís todas las cosas esas y entonces te vienen un montón de cosas a la mente, terribles, feas, pero no es nada más que cosas que viste, esto difiere de las bilocaciones, esto es propio de todos aquellos que se ofrecen, en consecuencia el estar cerca del Señor no es un salvoconducto para no sufrir, al contrario... casi siempre se sufre más. ¿Y por qué?, porque cuando alguien ofrece sus sufrimientos para completar lo que le falta a Mi pasión, entonces el sufrimiento tiene una justificación maravillosa y es una forma de amor también, lástima que no lo entiendan eso.

Vos has visto que si un día estás más débil que otro enseguida dicen: pero ¿qué es lo que le pasa?, está flojo, está cansado, no saben que vos estás siempre igual, nada más que a veces invertís un montón de energía en las cosas que Yo te hago hacer y por lo tanto no estás como siempre. Pero tienen que acostumbrase a pensar que los que están al servicio del Señor tienen, los demás, que aceptar los distintos estados por los que va pasando la persona, por una razón muy simple, no se puede, por bilocación, andar por los campos de concentración de Irak ¿verdad? o de Chechenia o donde sea y estar fresco como la lechuga después, por razones obvias, si cuando volves de esos viajes, que son diarios, todavía sentís el olor fuerte de la sangre en la nariz.

Es así de simple, algunos dicen: qué privilegio, si no evidente, servir al Señor es un privilegio pero nadie cuenta el sufrimiento constante y atroz de los que sirven al Señor. Vos dijiste antes que el mundo Mío era un mundo de parábolas, claro, porque se es diferente.

Y esto también lo digo un poquito para vos, porque parecería que tengo que repetírtelo de vez en cuando, porque te olvidas, a veces de que… no es justamente un valle de rosas el lugar donde transitas, sino un verdadero infierno donde entrás voluntariamente para rescatar a todos aquellos hijos Míos que necesitan ser rescatados.

Esta es un problemática no tan fácil de entender, porque hay que meterse plenamente dentro de la economía de la Misericordia y como tantas veces dijimos: es el amor obrando, no hay sobre la Tierra ninguna doctrina, ninguna teoría, ninguna religión… que puede decir como dice el Cristiano: la Misericordia del Señor es tan grande que alcanza para todo y vos sabés muy bien que cuando Yo digo todo es todo.

Mis palabras están siempre llenas del contenido que les doy, no tienen un contenido extraño ni están vacías de contenido.

Si Yo comprendo que parecería que me estoy refiriendo a vos nomás, pero este mensaje vale para todos, para los hombres de todos los continentes, para que vean que el Celoso Custodio de Mi Mensaje no es un ser privilegiado que tiene coronita y todo le va divinamente bien, es un ser que padece y padece hasta lo indecible.

Como alguien te dijo, ¿te acordas?: no te basta ser la estrella de todo el grupo con tus estigmas, también tenés que ponerte a lavar los platos para que todos miren que estás haciendo esto. Pero vos no contestaste, no valía la pena, aunque quien te lo dijo es un hombre muy sabio, pero en ese momento me parece que volaba bajo, pero evidentemente que te hizo daño a vos.

Te acordas cuando siempre usabas esta expresión hace tantos años: “no hieras a nadie ni con el pétalo de una rosa”. Esa es una expresión árabe… (se dio vuelta la cinta) … no lo hieras ni con el pensamiento. Claro todas fueron semillas que quedaron por ahí, muchas nacieron y se multiplicaron el mil por uno, otras no tanto, pero lo que vale es la intención de hacerlo, siii , si las semillas germinaron… ese es otro problema.

Bueno, es posible que lo que dije les sirve para todos los hombres, pero me estoy dirigiendo especialmente a vos, porque sería importante que todos aquellos que te rodean supieran que Yo no quiero que digas todo esto, por eso lo digo Yo y es tan dura tu vida que muy seguido me decís: basta Señor, ya no doy más. Pero al rato das un montón y al día siguiente mucho más, porque esto entiéndanlo todos los hombres: nadie puede detener a un hombre cuando Dios le da la fuerza para caminar ¿mmm? Pero vos más que caminar sos una locomotora, pero Yo te dije aunque vayas muy rápido no importa, porque Yo soy el maquinista, Yo soy el que conduzco.

Es importante esto que se destaque que nadie puede ofrecer al mundo tanto amor obrando como la Misericordia del Señor, el amor obrando, no lo olviden ¿eh?, no lo olviden, porque Yo aunque no lo crean estoy siempre a la puerta de vuestro corazón golpeando para que me abran, porque muchos creen que ya han abierto a la puerta y que Yo estoy adentro, pero todavía no me han dejado pasar. ¿Y para qué quiero entrar?, y por una razón muy simple, tengo tantas ganas de amar, porque todos son Mis creaturas, hecho a Mi imagen y semejanza, en consecuencia tengo tantos deseos de amarlos, que abran todos los corazones porque Yo quiero entrar y participar de toda la vida de ustedes.

No hace falta que les repita que los amo mucho, que los quiero con toda Mi alma y que… a pesar de todo sonrían al peregrinar hacia la Jerusalén celestial, ya habrá tiempo para descansar y disfrutar una eternidad, contemplando la Trinidad, en todo su esplendor.

Amén.

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