Mensaje del 05 de Octubre de 2002

Se acuerdan cuando le pregunté a Pedro: " ¿me amas Pedro?", Yo les pregunto a ustedes: " ¿me aman?". No me respondan porque Yo veo vuestros corazones.

Mensaje del 05 de Octubre del 2002

Habla Artemio:

No está solo Jesús sino que hay muchísimos Santos y muchas personas familiares de ustedes, vamos a hacer lugar a la Madre Teresa porque sino ahí no cabe, y está Su Madre también, por supuesto.

Dice Jesús:

Se acuerdan cuando le pregunté a Pedro: " ¿me amas Pedro?", Yo les pregunto a ustedes: " ¿me aman?". No me respondan porque Yo veo vuestros corazones.

Ustedes se imaginan por un momento si todos los habitantes de la tierra tuvieran esa actitud que están teniendo ustedes de escuchar las palabras Mías, las palabras del Señor, todo se transformaría, pero para eso falta mucho todavía. Pero no se olviden que ese mundo maravilloso e ideal, ya puede tener vigencia en vuestro corazón; si le dan cabida a todos los hombres como hermanos caben todos y sobra espacio todavía, ¿para qué?, para también hacer que entren en nuestro corazón todos aquellos seres que son simples pero sin los cuales nosotros tal vez no viviríamos. Entonces, tengamos una actitud de amor por todo lo que es viviente sobre la tierra para que también entre en nuestro corazón y no solamente lo que es viviente sino todo lo inanimado que entre. Es decir tener un estado de paz con todo y con todos.

Cuando mañana aparezca nuevamente el sol aunque haya nubes que lo cubren, piensen "yo le digo al sol que pronuncie sobre las cosas: "hágase todo de nuevo" ", es decir todo puede empezar nuevamente. ¿El ayer ya no importa?, sí importa pero ya es historia en nuestra vida, importa el hoy rumbo al mañana; entonces en ese hoy rumbo al mañana aparece con claridad algo, la posibilidad de que yo cambie todo lo que no esta bien dentro de mi. Y pensar también que en los otros puede cambiar, entonces ya no, "cuánto me odiabas ayer sino cuánto podemos amarnos hoy", esa debe ser la historia del hombre; el pasado debe servirle como una lección, lección cotidiana, pero el ayer ya es historia y el hoy vale, vale en el sentido de que si ayer no te amé lo suficiente hoy sí puedo hacerlo y me siento bien porque puedo hacerlo. Sí pero ayer yo..., no, no me interesa lo de ayer, me interesa hoy. Pero yo ofendí, pero yo, no, dejá que todo eso lo queme con Mi amor, o ¿qué es sino la Misericordia?, ¿mmm?. ¡Cuánto podemos amarnos hoy!, y mañana, y pasado, y pasado; y eso va a hacer que nazca en los corazones algo maravilloso que se llama "esperanza". ¿Qué es la esperanza?, esperar lo que aún no es pero puede ser. Entonces todo puede ser. Todo. Mis problemas de hoy pueden esfumarse sin que ni me dí cuenta.

Me hace acordar esto de aquel poema que decía: "Señor has llegado a mi vida y lo inundaste tanto de amor, lo inundaste tanto Señor de tu Misericordia, que miré hacia atrás para ver aquellos que me odiaban y cuando los ví apenas me dí cuenta". Así me gustan las cosas Mis queridos, así me gusta todo; pero como aquel que descubre un tesoro no pude mantenerlo oculto, nooo, tiene que decirle a los demás: ¿sabes?, me encontré con el amor, el amor que dura para siempre, pero ¿entonces los amores de todos los días ya no te importan?, siii, porque como encontré el amor para siempre los amor de todos los días son muchos más grandes todavía, que antes; porque la luz del Señor no opaca los amores humanos sino que los hace más grandes, más hermosos, más sublimes, ¿mmm?.

Algunos temen, si yo le entrego mi corazón al Señor,¿qué hago con todos los amores humanos?, no hay porque tener temor de eso, porque cuando alguien me entrega su corazón y Yo paso a habitar en él; entonces todos los amores humanos se vuelven más grandes, más hermosos, más sublimes; y se parecen a Mi amor. Porque ustedes Mis queridos, todos los hombres, han sido creados a imagen y semejanza del Señor; entonces en este camino todo se vuelve sublime, todo es diferente, todo se mira desde otra dimensión; ¿ya no me importan más los hombres?, me importan mucho más que antes porque sé que el amor que le tengo al Señor no vale si yo no amo a mi hermano, de eso tienen que convencerse Mis queridos, más amor me tienen a Mi más amarán a vuestros hermanos, porque están cumpliendo, no en el sentido de la palabra cumplir como obligación, sino haciendo lo que les dije y que ustedes citaron al comienzo. "Un mandamiento nuevo les doy, que se amen unos a otros como Yo los he amado".

Cuando todos aquellos que pasan a vuestro lado vean que tal vez los miren de una forma diferente, no se extrañen, porque lo menos que puede pasarle a alguien que estuvo en contacto conmigo, es que donde vaya inunde todo con su Luz, que es Mi Luz que pasa a través de ustedes ¿mmm?. Entonces, tal vez esa luz no se vea a simple vista, pero quien tengan cerca sentirá el influjo de esa luz. Esa luz significa amor, comprensión, respeto, tolerancia, humildad, comprensión, compasión por todos y por cada uno.

Cuando a ustedes les hablaron que había gente que estaba loca por el Señor, como el Seráfico Patriarca que ayer conmemoramos San Francisco y que está a Mi derecha. En esto consiste, en amarse todos tiernamente, a lo mejor uno pasa y ni les dice nada porque ni le conoce, pero uno por dentro esta rebozando sabiendo que es su hermano y esta sintiendo el influjo de la Luz que viene de Mi y pasa a través de ustedes hacia todos los que le rodean. Mis queridos, ¿no es hermoso vivir así?, ¿qué nos puede asustar?, ¿de quién podemos tener miedo?, ¿de qué?.

Y cuando estén por ahí a solas piensen: yo no he respirado el aire común como respiro, sino que he respirado el mismo aire que respira el Hijo de Dios, su Madre, los Santos y todos; ¿y qué puede ocurrir con eso?, y…, ¿qué pasa cuando ustedes aspiran una flor muy perfumada?, se llenan de eso para siempre, y así pasa también con toda esta Luz que les llega y esta respiración de estos Ángeles y Santos que están aquí conmigo. ¡Qué hermoso Mis queridos!, ¡qué hermoso!.

Bienaventurados cada uno de ustedes, porque Yo los he mirado a los ojos, y ¿saben que significa eso?, que ya estás conmigo para siempre. Y como alguien que descubre un tesoro con voz fuerte o voz suave según como sea el interlocutor díganselo: ¿Sabés?, Jesús me ama, y el amor de Él transformó mi vida. Mi vida ya no es la misma, me siento que huelo a rosas, me siento que por donde paso doy Luz y bendigo todo lo que toco y miro; así de simple.

Llénense los pulmones del mismo aire que respiramos y no olviden nunca este momento porque el Señor no promete las cosas en vano, siempre cumple todo inexorablemente y para siempre.

Amén.

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