Mensaje del 21 de Agosto de 1998 (1º)

Que hermoso y piadoso ejercicio, esto es entender y valga para todos los hombres que la redención llegó a todos los hombres a través de Mi sangre; es decir, siempre se sabe que el elemento vital que mantiene vivo al ser humano es la sangre, porque oxigenada convenientemente lleva la vida a todo el organismo, entonces por eso se sitúa a la sangre como primordial en la vida del ser humano y el derramar la sangre, es decir: es derramar la vida de uno, por eso se identifica la redención con la sangre, no es por querer hacer un ejercicio cruento ni nada por el estilo.

 

 

Mensaje del 21 de Agosto de 1998

Habla Artemio:

Bueno, en todo caso Señor que todo lo que siga, se hable, se haga sea inspiración tuya, todo Señor, todo.

Esta noche Señor no fue igual a las otras, porque según tu punto de vista tenía que ser así, esperemos que esto nos sirva y por supuesto que si vos lo has hecho servirá. Te damos gracias Señor por todo, te damos muchas gracias Señor por todo, te damos gracias Señor porque ese Cirio prendido hace unos cuántos días, todavía sigue ardiendo Señor, ese Cirio que se prendió un jueves a la noche para la solución de los problemas de todos los integrantes del grupo de oración y los allegados a los integrantes del grupo de oración y los familiares por supuesto, donde se encendió eso como un llamado constante nuestro, a vos Señor para que atiendas nuestras súplicas, que al mismo tiempo fue una forma de decirte: gracias Señor por todo lo que nos estás dando y no se apagó nunca, ese fue el sentido del Cirio ese encendido así.

No sé Señor cuánto se habrá solucionado de todo lo que había que solucionar, de cualquier manera Señor te decimos muy humildemente que tengas en cuenta todas nuestras necesidades, todas y ya que esta noche hablamos de la herencia que podemos traer de nuestros padres y de nuestros antepasados te pedimos Señor que uses tu Misericordia con nosotros y que cortes de raíz dentro de nuestro cuerpo y alma y de todos nuestros descendientes cualquier problema hereditario que pueda haber.

Te lo vuelvo a decir Señor, haciendo uso de tu infinita Misericordia, te pedimos Señor para todos los que estamos presentes y todos los que integran el grupo de oración o estén allegados, o sus familiares, que se corte Señor en forma definitiva todo factor hereditario perjudicial para la salud que pueda haber y también para todos los descendientes. Es decir Señor, traducido significa: limpieza general de todo lo malo que puede haber y te lo vamos a repetir otras veces Señor por si esto fuera poco, porque además de decírtelo a vos Señor nos los recordamos a nosotros mismos y eso nos da más seguridad en todas las cosas de la salud.

Atiende Señor nuestras súplicas, atiende Señor nuestros problemas, nuestras necesidades, tanto físicas, como psíquicas, como espirituales, todas nuestras necesidades Señor, atiéndelas. Lo que hay que corregir corrige Señor, lo que hay que restaurar restaura Señor, lo que hay que ampliar amplíalo Señor; es decir, que todo esté bajo tu control Señor, te lo pedimos encarecidamente Señor, todo, no porque querramos ser cómodos, estar bien, sino porque para vos la salud siempre fue prioridad uno, en consecuencia estamos haciendo algo que vos mismo nos dijiste y si alcanza tu Misericordia Señor, que por supuesto alcanza, que este pedido se extienda también a todos los habitantes de este pueblo, todos, apelamos a tu Misericordia Señor y que este pedido se extienda a todos los habitantes de este lugar.

Ven Señor Jesús, ven, ven Señor Jesús, ven, ven, ven a llenar nuestra alma con el fuego de tu amor, ven a llenarlos de alegría con tu presencia, ven a traernos la paz Señor que solamente vos podes darnos, vení Señor a traernos la felicidad que solamente vos podes dar, vení Señor a traernos todo aquello que necesitamos de veras e incluso aquello que no sabemos que necesitamos pero lo estamos necesitando. Te pedimos Señor que salgas al cruce en nuestras enfermedades, en nuestras cosas que puedan perjudicarnos, salí al cruce Señor para evitar todo problema y todo mal y que este pedio apelando a tu Misericordia se extienda a todos. Ven Señor Jesús, ven, eres nuestro tesoro, nuestra alegría, nuestra razón de vivir, nuestro sentido de las cosas, nuestras motivaciones, sos todo Señor, sin vos nosotros seríamos pobres huérfanos a la deriva, con vos Señor somos reyes, sacerdotes y profetas, sin vos Señor no somos nada, con vos somos reyes, sacerdotes y profetas, a esa dignidad nos elevaste Señor. Ven Señor, ven, ven Señor Jesús, ven, ven Señor, ven y háblanos Señor, háblanos, ven y háblanos Señor.

Ya está Jesús aquí, su Madre, la Madre Teresa, detrás hay más que todavía no veo quienes son. Los pies de Jesús están descalzos y dan ganas de ir a tocarlos, tirarse al suelo para besarlos, de cuántas cosas nos privamos a veces.

Señor estás aquí entre nosotros, todos los que estamos presentes con el pensamiento besamos las heridas que aún sangran en tu cabeza y en tu frente Señor; pasamos Señor por tus mejillas y besamos los hematomas que vos tenés, porque esta noche te has presentado como si vinieras de la muerte como decía el Evangelio, parecería que tuvieras todavía la…, como se llama esa túnica con que envuelven a los…, entonces besamos también la herida que está sobre tu hombro derecho, besamos Señor esa herida y cuando pasamos revista a tus heridas pensamos también que al besarlas vos sanarás todos aquellos lugares que están enfermos y pertenecen a las zonas de tus heridas. Te besamos el hombro Señor, todo despedazado, el hueso de arriba de la espalda pelado; tenés el labio partido Señor, besamos tu labio partido; después Señor nos acercamos a tu costado y besamos tu herida del costado. Llegamos hasta tus codos Señor, están todos pelados y besamos tus codos Señor; llegamos a tus manos Señor, tomamos la mano derecha y besamos tu herida, tomamos la mano izquierda y besamos tu herida; nos detenemos Señor a la altura de tu hígado y de tus órganos que han sido golpeados, pateados y nosotros Señor los besamos y nuestras labios se van humedeciendo con el plasma y la sangre que sale de tus heridas Señor. Antes de seguir besamos sobre tu espalda todas las marcas de los lonjazos que te dejaron, por los méritos de esos lonjazos Señor sobre los pulmones, según tu voluntad todos aquellos que corren peligro, por mérito a esos golpes dejen de fumar hoy mismo. Después Señor, besamos tus rodillas, están peladas con sangre seca Señor y también húmeda; besamos Señor tus pies, el pie derecho Señor besamos y besamos tu pie izquierdo; nuestros labios húmedos con el plasma y la sangre de tus heridas lo sentimos como una bendición y te damos gracias Señor porque nos has permitido hacer esto que hicimos.

Habla Señor, habla Señor, habla.

Dice Jesús:

Este ejercicio piadoso de besar Mis llagas, no lo había oído todavía, o al menos no lo había oído en la forma en que ustedes lo hicieron. Sepan que todo aquello que han pedido ha sido concedido, pero más allá de eso lo que importa es que vuestros labios siguieron la trayectoria de Mi cuerpo para mojarlos con Mi plasma y Mi sangre.

Que hermoso y piadoso ejercicio, esto es entender y valga para todos los hombres que la redención llegó a todos los hombres a través de Mi sangre; es decir, siempre se sabe que el elemento vital que mantiene vivo al ser humano es la sangre, porque oxigenada convenientemente lleva la vida a todo el organismo, entonces por eso se sitúa a la sangre como primordial en la vida del ser humano y el derramar la sangre, es decir: es derramar la vida de uno, por eso se identifica la redención con la sangre, no es por querer hacer un ejercicio cruento ni nada por el estilo.

Me ha emocionado de veras este ejercicio piadoso que han realizado y si ustedes saborean un poco la boca, mueven los labios, háganlo y sentirán gusto a sangre, háganlo, muevan los labios y la boca y estoy seguro que tienen gusto a sangre, es el gusto de Mi sangre Mis queridos. No importa si los demás se enteran o no, no importa si los demás sienten lo que están sintiendo ustedes o no, considérense privilegiados de mover la boca y sentir el gusto de Mi sangre, confíen, muevan y sentirán el gusto.

Después de esto ¿queda todavía algún problema sin solucionar?, después de esto ¿los problemas humanos siguen siendo problemas?, después de esto ¿a qué pueden tener miedo?, después de esto no les queda la convicción total y definitiva que he entrado en ustedes no solamente en forma espiritual sino a través de la sangre que mojaron vuestros labios, cuyo gusto están sintiendo en la boca, si quieren sentirlo lo pueden sentir, ¿ustedes creen que a lo largo de la historia del Cristianismo alguien tuvo este privilegio?.

Hermanos, todo lo que se dijo hoy, lo que se sintió hoy en esta reunión, ha servido para la redención de miles y miles y miles de hermanos, porque esa disposición de un corazón abierto para ver con él la realidad es lo que ha permitido hacer esa redención de los hombres. Yo puedo hacer todo pero me interesa hacerlo a través de cada uno de ustedes, por eso uso vuestros labios, vuestra lengua, vuestro corazón, vuestra mente, vuestras piernas, vuestros pies, vuestras manos, díganle a los hombres a través de estas Revelaciones que estoy ansioso de que todos me ofrezcan cada parte de su cuerpo para que Yo lo use en beneficio de sus hermanos.

Aún continua el gusto a sangre en la boca de ustedes, no lo siente el que no lo quiere sentir, incluso tienen los labios un poco pegajosos, que es propio de lo pegajoso del plasma, ¿quieren una prueba mayor de cuánto los amo?.

Dice la Virgen María:

El otro día hablé sobre la llama que sale de Mi Inmaculado Corazón, no se olviden hombres y mujeres de todas las latitudes, de hacer diariamente un pedido para que Mi corazón les abrace con su llama, no se olviden que todo puede regenerarse, restaurarse, reverdecerse, con el fuego de la llama que sale de Mi Corazón Inmaculado, déjense abrazar por ella, déjense abrazar y si quieren regalarle algo hermoso a alguien digan: Señora, que la llama que sale de tu Corazón Inmaculado abrace a esa persona, es el mejor regalo que se puede hacer, tómenlo como norma y como devoción piadosa.

Dice la Madre Teresa:

Yo todos los días tengo una sorpresa con ustedes, como yo no sé que es lo que hace el Espíritu Santo, qué inspiraciones les da, veo que Él se preocupa especialmente por inspirarlos de todo.

Grande es vuestra devoción la… (se dio vuelta la cinta)…, grande es vuestra devoción que Jesús y su Madre los están utilizando o usando para la redención de vuestros hermanos y no crean que hay que surcar mares y tierras para ser grandes misioneros, ¿acaso Teresita de Lissieux se movió del Carmelo en donde vivía?, sin embargo es aclamada como una gran misionera, ahora Doctora de la Iglesia y gran misionera porque desde su lecho de enferma, con su mente surcaba todos los continentes, como una expresión de deseos de llevar la palabra del Señor a todas las latitudes.

Si después de todo esto que acaban de oír no se sienten felices, no sé, me preocuparía.

Amén.

Habla Artemio:

Están todos todavía… , ahora se han ido.

Nuestro corazón ardiente y nuestra boca todavía con el sabor de la sangre del Señor decimos humildemente: alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Espíritu de amor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.

Y terminamos esta noche de oración totalmente distinta a todas las noches anteriores, donde la gracia del Señor sobreabundó, terminamos esto en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

 

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