¡Gloria a Dios!, decía que has enseñado todas estas cosas a los pobrecitos y las has ocultado a los que se creen grandes y poderosos, Yo me complazco en Mi hijo Artemio y me complazco en todo lo que hace y en todo lo que pesa sobre sus espaldas y les repito una vez más que todo esto es obra del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, solamente Artemio es un intermediario para que los hombres conozcan todas estas cosas porque ya lo hemos dicho tantas veces que no hace falta repetirlo.